"No serán ustedes los que hablen"

Y cuando los arresten y los sometan a juicio, no se preocupen de antemano por lo que van a decir. Sólo declaren lo que se les dé a decir en ese momento, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo. Marcos 13:11Y cuando los arresten y los sometan a juicio, no se preocupen de antemano por lo que van a decir. Sólo declaren lo que se les dé a decir en ese momento, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo. Marcos 13:11

El Dr. McVety tiene un programa cristiano de televisión en Canadá. En días pasados ha tenido problemas con el Consejo que se asegura que los programas que salen al aire no digan cosas malas u ofensivas. Parece ser que los comentarios del Dr. McVety con respecto a la homosexualidad, cayeron dentro de esa categoría.

Como resultado, su programa fue quitado del aire temporalmente. Luego le dijeron que podía volver a salir al aire, pero que antes de hacerlo sus programas serían revisados.

Los últimos tres no han sido transmitidos. En uno de ellos habla de lo disgustado que está porque no le permiten criticar el pecado, cuando en muchos otros programas se critica abiertamente al Salvador. Dice: «Uno puede prender el televisor y escuchar maldecir una y otra vez a mi Señor y Salvador Jesucristo – y nada de eso es censurado».

Honestamente debo decir que nunca escuché al Dr. McVety, por lo que no puedo opinar sobre su programa. Pero, por otro lado, sé que hay muchos lugares en los que, con el pretexto de no ofender a nadie, un cristiano no puede llamar al pecado de «pecado». Se lo puede llamar de muchas maneras, pero no condenar lo que está mal.

Y es poco probable que las cosas mejoren en el futuro cercano… por lo que es necesario que, como cristianos, hagamos algo. Me refiero a que, más allá de lo que el mundo quiera, nosotros debemos seguir haciendo lo que el pueblo agradecido de Dios siempre ha hecho: sin tener miedo y sin pedir perdón, debemos seguir dando testimonio de lo que el Salvador ha hecho para rescatarnos del pecado, el diablo, y la muerte.

Al mundo no le va a gustar, y quizás nos quiera hacer callar. Pero nuestro Salvador espera que lo hagamos… después de todo, no seremos nosotros los que hablemos, sino el Espíritu Santo.

ORACIÓN: Señor Dios, demasiado a menudo el mundo trata de callar al Salvador y a sus testigos. Tú nos has dicho que el mensaje de la cruz es ofensivo para algunos y tonto para otros. Ayúdanos a reconocer la cruz y la tumba vacía por lo que realmente son: tu plan de salvación para salvarnos de la condenación eterna. Mantennos fieles en Jesús. Amén.

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