"Ni rico, ni pobre"

Aparta de mí la vanidad y la mentira, y no me des pobreza ni riquezas. Dame sólo el pan necesario. Proverbios 30:8Aparta de mí la vanidad y la mentira, y no me des pobreza ni riquezas. Dame sólo el pan necesario. Proverbios 30:8

El que seamos bendecidos con bienes materiales no nos debe conducir al orgullo, ni alejarnos de Dios. De la misma manera, ante la ausencia de tales bienes tampoco debemos convertirnos en personas infelices o indignas ante el Salvador.

Porque la realidad es que en esta vida apenas estamos de paso. Por lo tanto, sigamos fielmente a Jesús y, guiados por su Palabra, encontraremos el equilibrio necesario para mantener una relación saludable con el prójimo. Jesús no nos promete riqueza ni pobreza, sino algo mucho más grande, que es la salvación eterna por medio de la fe en él.

ORACIÓN: Señor, enséñame a conformarme tanto en la abundancia como en la escasez, según tu santa voluntad, y no permitas que me olvide de ti. En el nombre de tu Hijo. Amén.

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