ALIMENTO DIARIO

  • "Nada mejor"


  • septiembre 26, 2011
  • Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos. Juan 15:13Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos. Juan 15:13


  • Dakota Meyer es un nombre para recordar.

    Cuando sus compañeros estaban atrapados en Afganistán, Dakota Meyer pidió permiso para ir a buscarlos. Le dijeron que era demasiado peligroso. Volvió a pedir permiso una segunda, tercera, y cuarta vez… la respuesta siguió siendo la misma: era demasiado peligroso.

    Después de la cuarta vez, Dakota decidió ir igual. Según sus propias palabras: «Para eso somos amigos». Disparándole al enemigo desde su vehículo, Dakota y el conductor eran los blancos del fuego procedente de los AK-47, ametralladoras, granadas y morteros. Cuando se encontraron con unos hombres de la resistencia afgana los recogieron, y los pusieron a salvo en su vehículo.

    A pesar de haber hecho mucho más de lo que debían, luego de regresar a su base volvieron a salir. Dakota dijo: «Nunca pensé en que iba a morir… yo sabía que iba a morir». Pero la realidad es que la segunda vez que entró en la zona de fuego no murió, como tampoco murió la tercera vez, ni la cuarta, ni la quinta.

    Cuando finalmente llegaron al lugar donde estaban los cuatro compañeros que habían sido capturados, los encontraron muertos. Aún así, Dakota siguió arriesgando su vida trasladando sus cuerpos a la base.

    Por tal demostración de valor, Dakota Meyer ha recibido la Medalla de Honor. Uno de los invitados a la ceremonia en la Casa Blanca, dijo: «Dakota es la personificación de la palabra ‘héroe’. Dios le bendiga. No puede haber nada mejor que un ser humano haga por otro, que lo que él hizo».

    Casi que estoy de acuerdo con esas palabras. Y digo ‘casi’, porque sí hay algo mejor. Si bien la Biblia dice: «Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos», Jesús dio su vida por quienes lo despreciaron, se confabularon, y lo traicionaron para matarlo.

    Y todavía hay más. Jesús murió cargando con los pecados de todo hombre, mujer y niño que haya vivido y vivirá en este mundo. Él murió cargando nuestros pecados. Para Jesús no había opción. Los profetas habían anunciado su muerte, y su propio Padre había dicho que su Hijo inocente habría de pagar el precio del rescate por nuestra salvación.

    Nadie tiene un amor más grande que ese. Por eso espero que recuerden el nombre de Jesús.

    ORACIÓN: Señor, te doy gracias por el inmenso amor que demostraste por mí al enviar a tu Hijo Jesús al mundo para salvarme de mis pecados. Ayúdame a vivir en agradecimiento y adoración. En su nombre. Amén.

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