ALIMENTO DIARIO

  • "Milagros"


  • junio 2, 2011
  • 'No tengo plata ni oro' -declaró Pedro-, 'pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!' Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza. De un salto se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios. Hechos 3:6-8'No tengo plata ni oro' -declaró Pedro-, 'pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!' Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza. De un salto se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios. Hechos 3:6-8


  • La semana pasada, el video de Bob estaba en todas partes.

    En el año 2006, un accidente automovilístico dejó a Bob paralizado de la cintura para abajo. Sus médicos le dijeron que nunca más podría pararse o caminar. Y durante varios años tuvieron razón.

    Pero en el año 2009 esa predicción quedó en el pasado, luego que a Bob se le colocara un estimulador eléctrico en la espina dorsal. En pocos días pudo parase sin ayuda. Luego de algunos meses podía mover los dedos, los pies, los tobillos, las rodillas, e incluso pudo dar unos pasos en una cinta. Resumiendo, Bob fue beneficiado por un milagro de la ciencia.

    En contraste con esta historia, el capítulo 3 de Hechos nos cuenta de un milagro de la antigüedad hecho en el nombre del Salvador. Pedro y Juan habían ido al templo donde un mendigo, que era cojo de nacimiento, les pidió ayuda. Los discípulos se detuvieron, y Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro… pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesús de Nazaret, ¡levántate y anda!».

    El texto dice que los discípulos ayudaron al hombre y, en el acto, sus pies y tobillos cobraron fuerzas. Damos gracias por los milagros de la medicina moderna, pues son muchas las bendiciones recibidas a través de lo que el Señor ha permitido que logremos.

    Pero también debemos dar gracias porque el Señor hace milagros. Él ha hecho y continúa haciéndolos para todos nosotros. Con fe en Jesús nuestros pecados son removidos. Ese es un milagro. Con fe en Jesús tenemos paz, esperanza, alegría y la promesa de un hogar eterno en el cielo.

    Todos son milagros… milagros que, por más que la ciencia avance, nunca será capaz de duplicar.

    ORACIÓN: Señor, te damos gracias por los milagros de la medicina moderna, a la vez que reconocemos que hay milagros que sólo tú puedes hacer. Ayúdame a reconocer tus milagros en mi vida. En el nombre de mi Salvador. Amén.

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