ALIMENTO DIARIO

  • "Mi madre no puede jubilarse"


  • mayo 7, 2014
  • Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen en nuestra juventud son como flechas en manos de un guerrero. ¡Dichoso aquél que llena su aljaba con muchas de estas flechas! No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda ante sus enemigos. Salmo 127:3-5Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen en nuestra juventud son como flechas en manos de un guerrero. ¡Dichoso aquél que llena su aljaba con muchas de estas flechas! No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda ante sus enemigos. Salmo 127:3-5


  • Una señora dijo: «Con algunos años más de aportes voy a poder jubilarme, pero nunca voy a jubilarme de ser madre». ¿Concuerdas con esto? De hecho, quien es madre una vez, es madre para toda la vida. Porque por más que los hijos crezcan y un día formen sus propias familias, la comprensión, el cariño, la atención, el cuidado y las oraciones de las madres jamás son olvidados.

    Todo hijo sabe que en cualquier momento puede volver a necesitar el cuidado y la enseñanza de su madre. Por lo tanto, pídele a Dios que te dé sabiduría para comprender tu papel de madre en las distintas etapas de la vida de tus hijos, y busca su ayuda para que el amor y el perdón que Jesucristo tiene por ti, sean también comprendidos y sentidos por tus hijos a través de tus actitudes.

    ORACIÓN: Querido salvador Jesús, te doy gracias por el privilegio de ser madre. Ayúdame a comprender a mis hijos, y a ayudarlos para que comprendan y experimenten el amor y el perdón que tú tienes por nosotros. Amén.

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