"Más que pan y vino"

La copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? (1 Corintios 10:16).

Hay cosas que uno ve tantas veces que llega un momento en que ya no se detiene a pensar en lo que significan. Como cuando en la iglesia pasas al altar, recibes un pedacito de pan y un sorbo de vino, y todo sigue como si fuera parte de la rutina. Pero, eso que parece tan simple en realidad es un momento sagrado, donde estás recibiendo algo muchísimo más grande de lo que se ve.

En la iglesia de Corinto, los cristianos también estaban algo perdidos con este tema. Algunos trataban la Cena del Señor como si fuera una comida cualquiera. Otros participaban sin entender bien lo que estaban haciendo, y hasta mezclaban su fe con prácticas que no venían de Dios. Por eso Pablo les escribió y les recordó que la Santa Cena es mucho más que pan y vino. Es una comunión real con Cristo mismo.

Pablo les hace esa pregunta tan directa. Con eso, nos deja claro que cuando recibimos el pan y el vino, también recibimos, de verdad, el cuerpo y la sangre de Cristo. No es una figura ni un símbolo: es la presencia real de Jesús, tal como Él lo prometió.

Así como los corintios necesitaban ser corregidos, nosotros también necesitamos recordar que no es nuestra fe la que hace que Cristo esté presente, sino su Palabra. Y cuando dudamos o lo tomamos a la ligera, Él nos llama al arrepentimiento, nos perdona, y nos vuelve a fortalecer con Su presencia real.

En fin, lo que parece sencillo —un poco de pan, un sorbo de vino— es en realidad uno de los regalos más grandes que podemos recibir.

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Oremos: Padre nuestro, gracias porque en la Santa Cena nos das más que pan y vino: nos entregas el verdadero cuerpo y sangre de Cristo para nuestro perdón y fortaleza. Amén.

Para reflexionar:
* Más allá de un símbolo, ¿qué significa para ti que Jesús se entregue a ti de manera real en la Santa Cena?
* ¿Cómo te anima la Santa Cena a vivir en arrepentimiento y en la confianza del perdón de Cristo?

Diaconisa Noemí Guerra

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