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ALIMENTO DIARIO
Y en los dos atrios del templo del Señor levantó altares a todo el ejército de los cielos; en el valle de Ben Jinón ofreció a sus hijos en holocausto, invocaba a los espíritus, practicaba la adivinación, y consultaba a agoreros y encantadores, con lo que excedió su maldad a los ojos del Señor y despertó su ira. 2 Crónicas 33:5-6Y en los dos atrios del templo del Señor levantó altares a todo el ejército de los cielos; en el valle de Ben Jinón ofreció a sus hijos en holocausto, invocaba a los espíritus, practicaba la adivinación, y consultaba a agoreros y encantadores, con lo que excedió su maldad a los ojos del Señor y despertó su ira. 2 Crónicas 33:5-6
Hay veces en que al mundo le gusta pensar que el diablo es un mito, y que no necesita de Dios o del Salvador. Si usted, o alguien que usted conoce, en algún momento ha pensado de esa forma, una historia reciente publicada por la BBC echa por tierra tal mito.
La historia comienza diciendo: «Podemos enterrar al niño vivo en su lugar de construcción».
El resto del informe habla sobre el terror que se está viviendo en las aldeas y comunidades agrarias que rodean a Kampala, la capital de Uganda. Según parece, están desapareciendo niños, y cuando los encuentran, si es que los encuentran, han sido asesinados en formas horrorosas.
La investigación descubrió que hay hechiceros quienes, por una cierta suma de dinero, hacen un amuleto que promete dar buena salud. En un video, la BBC muestra a uno de esos hechiceros diciendo que el amuleto más poderoso es el hecho con el sacrificio de un niño.
Ya es alarmante que un hechicero haga algo así. Pero más inquietante aún es que algunas de las personas más ricas de Uganda aparentemente creen que esos hechizos funcionan, y están utilizándolos. Es una escena que parece sacada del libro de 2 Crónicas, donde los niños eran sacrificados a los dioses falsos.
Estimados lectores, es aterrador ver que el diablo piensa que puede obrar con tal impunidad.
Es por ello que les aliento a que recuerden a Uganda, a sus comunidades, a esos padres y niños, en sus oraciones. Si bien es probable que no podamos hacer nada personalmente para cambiar tal situación, sí podemos envolverlos con nuestras oraciones a nuestro Dios misericordioso.
El Señor Jesucristo, que dio su vida por esos pequeños, que con gran alegría los tomaría en sus brazos y los bendeciría, puede conquistar las fuerzas del mal. Ya lo hizo antes, y lo puede hacer nuevamente en Uganda.
Y ya que estamos pidiendo por los niños en Uganda, pidamos también por nuestros propios niños. Si bien vivimos en un país donde no hay muchos hechiceros que maten niños por dinero, tenemos suficientes personas enfermas que tratan de hacerlo sin cobrar nada.
ORACIÓN: Señor Jesús, qué triste y trágico puede ser este mundo pecador. Muchos quisieran creer que la humanidad es sofisticada y civilizada, pero no lo somos. Somos pecadores que necesitamos un Salvador. La alegría que tengo porque tú eres mi Salvador, es inexpresable. Como hijo redimido te pido que envíes tus ángeles para que cuiden a los niños en Uganda, y también en nuestros hogares. Vence, domina, y aplasta a Satanás y sus siervos. Destruye su obra, y a cualquiera que quiera hacer el mal enséñale que hay un poder mayor que el del mal y la oscuridad. Esto, querido Salvador, lo pido en tu nombre. Amén.
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