"Limonada"

Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien, para hacer lo que hoy vemos, que es darle vida a mucha gente. Génesis 50:20Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien, para hacer lo que hoy vemos, que es darle vida a mucha gente. Génesis 50:20

El titulo de este devocional es «Limonada», pero en realidad no tiene nada que ver con limones, sino con papas.

En 1853, George Crum trabajaba como chef en Saratoga Springs. Un día, un cliente parecía no estar satisfecho porque las papas fritas que había pedido no estaban tan doradas como quería.

Varias veces el cliente las había devuelto para que las volvieran a fritar. El chef trató de complacerlo, pero cuantos más intentos había, más tensa se volvía la situación.

Finalmente, el chef botó las papas ya procesadas, tomó unas frescas y las cortó bien finitas, y las sumergió en aceite hirviendo. Cuando estuvieron listas se las llevó al sorprendido cliente. Después de dar dos bocados, con alegría y aceptación el cliente le dijo que había descubierto algo realmente único.

¡Y era verdad! Un cliente insistente le había ayudado a George Crum a inventar uno de los productos más populares en los Estados Unidos: ¡las papas chips!

Me pregunto: ¿será que a veces Dios nos pone retos para que descubramos algo increíble en nuestra vida? Ciertamente lo hizo con José en el Antiguo Testamento, a quien sus hermanos lo vendieron como esclavo, y su dueño lo metió en una horrible prisión, donde pasó unos cuantos años de su vida, olvidado por su familia y absolutamente solo.

Pero José no perdió la fe en Dios. Al contrario, confió en que Dios utilizaría esos eventos para convertirlos en algo maravilloso. Lo cual, por supuesto, fue lo que pasó. Cuando sus hermanos se encontraron de nuevo frente a él, les dijo: «Ustedes me desearon mal, pero Dios lo transformó en bien».

Mis amigos, no sé por cuántas aflicciones ustedes han pasado. Pero sí sé que el Padre Celestial, que dio a su Hijo en pago por nuestra salvación, puede utilizar esas aflicciones para convertirlas en algo bueno para sus vidas… si son pacientes y se lo permiten. Cuando Dios actúe en sus vidas sus ojos se abrirán, podrán ver, y serán testigos de sus maravillas.

ORACIÓN: Padre celestial, algunas veces suceden cosas que me alejan de sentir tu amor, de ver el plan divino que tienes para mí. Te pido, Señor, que cuando eso suceda tu Santo Espíritu me fortalezca y me mantenga a tu lado. Señor, ayúdame a ver en tu cruz mi salvación. Creo firmemente que tú puedes utilizar mis aflicciones y retos para conquistar algo extraordinario para mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.

De una devoción escrita originalmente para «By the Way»

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