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ALIMENTO DIARIO
Es el Dios que me libra de mis adversarios, que me eleva por encima de mis oponentes, ¡que me pone a salvo de los violentos! Por eso alabo al Señor entre los pueblos, y canto salmos a su nombre. 2 Samuel 22:49-50Es el Dios que me libra de mis adversarios, que me eleva por encima de mis oponentes, ¡que me pone a salvo de los violentos! Por eso alabo al Señor entre los pueblos, y canto salmos a su nombre. 2 Samuel 22:49-50
Hace unos años, escribí unos libros de oraciones. Uno era para los militares en servicio, y el otro para sus familiares y amigos.
Fue algo que hice con mucho gusto, porque me hizo pensar mucho en mi padre quien, cuando fuera prisionero de guerra, leía un libro similar escrito por el primer Orador de La Hora Luterana, el Dr. Walter A. Maier.
Hoy les invito a que junto conmigo demos gracias al Señor por una bendición totalmente inesperada.
En el año 2003, los Estados Unidos invadió Iraq. Desde entonces, han muerto 4.474 soldados norteamericanos. Cada mes, desde que ha comenzado la guerra, representantes de una unidad militar, acompañados por un capellán, han tenido que ir a visitar a un familiar para darle la noticia que su ser querido había muerto.
Esas visitas fueron hechas cada mes de cada año desde el 2003, excepto el mes de agosto del 2011, cuando ni un solo miembro de las fuerzas armadas norteamericanas murió en Iraq.
Aún cuando no he podido encontrar estadísticas que confirmen lo contrario, creo que no son muchas las veces en la historia del mundo en que un país que está en guerra puede decir algo así.
Es por ello que les pido que se unan a mí en una oración de agradecimiento a Dios, que es quien nos preserva la vida.
ORACIÓN: Señor, te damos gracias por todas las cosas malas que podrían haber sucedido a nuestras tropas en Iraq, pero que no les sucedieron. Señor, tus bendiciones son innumerables. Te pedimos que continúes protegiendo a tus hijos de todo mal hasta que regresen a sus hogares. Protégeles de sus enemigos tanto aquí en la tierra, como también del diablo, y mantenlos en el amor del Salvador. En el nombre de Jesús. Amén.
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