ALIMENTO DIARIO

  • "Liberación"


  • septiembre 12, 2011
  • David le respondió a Saúl: "Sí, yo soy el pastor de las ovejas de mi padre, pero cuando un león o un oso viene a llevarse algún cordero del rebaño, yo salgo tras el león o el oso, y lo hiero y lo libro de sus fauces. Si el animal me ataca, con mis manos lo agarro por las quijadas, y lo hiero hasta matarlo. No importa si es un león o un oso, tu siervo los mata. Y este filisteo incircunciso es para mí como uno de esos animales, porque ha provocado al ejército del Dios vivo." 1 Samuel 17:34-36David le respondió a Saúl: "Sí, yo soy el pastor de las ovejas de mi padre, pero cuando un león o un oso viene a llevarse algún cordero del rebaño, yo salgo tras el león o el oso, y lo hiero y lo libro de sus fauces. Si el animal me ataca, con mis manos lo agarro por las quijadas, y lo hiero hasta matarlo. No importa si es un león o un oso, tu siervo los mata. Y este filisteo incircunciso es para mí como uno de esos animales, porque ha provocado al ejército del Dios vivo." 1 Samuel 17:34-36


  • Tuve un profesor que una vez nos dijo: «Descubran por qué cosa estarían dispuestos a dar la vida, y van a saber por qué cosa deberían vivir».

    Fue un buen consejo.

    Por ejemplo, el Rey David estaba dispuesto a morir protegiendo los animales de la familia de su padre. Fue por ello que el joven pastor arriesgó su vida peleando y, cuando era necesario, matando leones y osos.

    Así es un poco la historia de Brooke, una joven de Alaska. La semana pasada, cuando dejó salir a sus perros, Fudge, uno de ellos, comenzó a ladrar. Cuando miró para ver qué pasaba, vio que Fudge había sido atacado por un oso negro. Dijo que el oso lo llevaba en la boca como si fuera un salmón.

    Brooke salió corriendo detrás de los dos. Cuando los alcanzó, lo único que atinó a hacer fue darle un puñetazo en la nariz del oso. Tan preciso fue su puñetazo, que el oso dejó caer el perro y huyó disparado hacia las montañas.

    Bien podría decir que lo que Brooke hizo fue tonto, pero en vez de juzgarla a ella, voy a dejar que ella se juzgue a sí misma. Hablando sobre ese incidente, Brooke dijo: «Fue totalmente estúpido darle un puñetazo en la nariz a un oso negro para salvar a mi perro».

    Todo esto me lleva al tema de esta devoción, que es Jesucristo. Cuando miro la Escritura, hay una cosa que es absolutamente clara: el Señor decidió que valía la pena enviar a su Hijo Jesús a este mundo para salvar a los pecadores. Jesús vivió y murió para salvarnos.

    Esa acción del Señor, que ha redimido nuestras almas y perdonado nuestros pecados, también parece estúpida… al menos para el entendimiento humano. Por otro lado, nuestra redención es la obra de un Dios increíblemente amoroso y lleno de gracia. La única pregunta que permanece, es:

    Como receptor de la salvación que Cristo compró con su sangre, ¿cómo va usted a vivir su vida? ¿Por qué cosa está usted dispuesto a vivir y morir? Como sugiere Lutero, ¿está usted dispuesto a darle gracias, alabarle, servirle y obedecerle?

    Es mi oración que así sea.

    ORACIÓN: Señor, tú nos amaste cuando no lo merecíamos y nos rescataste de nuestra esclavitud espiritual enviando a tu Hijo a sufrir y morir en nuestro lugar. Enséñanos a vivir y morir dándote gracias siempre. En su nombre. Amén.

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