"Levanta la cabeza"

Cuando esto comience a suceder, anímense y levanten la cabeza, porque su redención estará cerca (Lucas 21:28).

Este domingo es el vigésimo tercer domingo después de pentecostés y recordamos que el plan de redención de Dios triunfa sobre la destrucción y la violencia terrenales.

¿Te ha pasado que una palabra de aliento o un versículo te renueva las fuerzas? A mí me pasa siempre. Y es que la Palabra de Dios no pasa, no se agota. Nos anima, nos levanta la cabeza, nos recuerda que nuestra redención está cerca.

Hace unos meses estaba leyendo el libro de Job. Me dio muchísima compasión ver cuánto dolor atravesaba Job y también me dio muchísimo enojo con sus llamados amigos que solo lo acusaban y le decían que era su culpa todas sus tragedias. Esa misma noche, un familiar mío tuvo una crisis terrible. Y sin yo esperarlo, el Señor me permitió ministrar su vida… pero no con mis fuerzas, sino con la Palabra que había leído ese mismo día. Yo misma había sido fortalecida primero. Su Palabra es poderosa.

Y así entendí mejor lo que Jesús quiso decir en la lectura de hoy. Él sabía que Sus discípulos iban a enfrentar momentos duros: persecuciones, guerras, traiciones. Así que les dijo: “levanten la cabeza”. No porque ellos tuvieran fuerzas por sí mismos, sino porque su redención estaba cerca.

La única forma de levantar la cabeza es por medio de Dios y sus medios de gracia. Jesús no solo nos manda a tener ánimo, Él es nuestro ánimo. Nos perdona, nos consuela y nos vuelve a levantar una y otra vez.

Le doy gracias a Dios por haberme permitido ayudar a mi familiar en crisis. Fue el Señor obrando en mí a través de su Palabra. Por eso, cuando te sientas débil o confundido, no trates de levantar la cabeza por ti mismo. Mira a Jesús. Ahí está tu redención.

Señor Jesús, solo tú puedes levantar mi cabeza. Gracias por darme Tu Palabra, Tu redención y Tu presencia. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Qué te hace bajar la cabeza en estos días?
* ¿Cómo cambiaría tu ánimo si recordaras que solo en Cristo puedes levantar la cabeza y tener ánimo?

Diaconisa Noemí Guerra

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