"Lastimados, perdidos y encontrados"

"Sí, así ha dicho Dios el Señor: 'Yo mismo voy a ir en busca de mis ovejas, y yo mismo las cuidaré, tal y como las cuida el pastor cuando se halla entre sus ovejas esparcidas. Yo las rescataré de todos los lugares por los que fueron esparcidas aquel día nublado y oscuro.'" Ezequiel 34:11-12"Sí, así ha dicho Dios el Señor: 'Yo mismo voy a ir en busca de mis ovejas, y yo mismo las cuidaré, tal y como las cuida el pastor cuando se halla entre sus ovejas esparcidas. Yo las rescataré de todos los lugares por los que fueron esparcidas aquel día nublado y oscuro.'" Ezequiel 34:11-12

Dios le dijo al profeta Ezequiel en contra de las autoridades, los pastores de Israel: «… diles que yo, su Señor y Dios, he dicho: ‘… Ustedes no fortalecen a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, no vendan las heridas de las que se quiebran una pata, ni regresan las descarriadas al redil; tampoco van en busca de las que se pierden, sino que las manejan con dureza y violencia'» (Ezequiel 34:2a, 4).

Ese Dios preocupado por su rebaño, es el mismo Dios que envió a Jesús, sabiendo que estamos lastimados, débiles y perdidos. Es el mismo Dios que viene a nuestro encuentro y nos promete restauración y un futuro mejor: «Yo les daré a mis ovejas buenos pastos y apriscos seguros» (Ezequiel 34:15a). Todos necesitamos al buen Pastor y la vida eterna prometida, la cual podemos tener en Jesucristo. Sólo debemos poner nuestra confianza en él y en su Palabra. El buen Pastor nos protege y bendice, él nos conoce por nombre y nos ama. Este Pastor quiere cubrirnos con su gracia y nos llama para seguir sus huellas y vivir su vida abundante para otros en su nombre.

ORACIÓN: Salvador Jesús, mi buen pastor, gracias por venir a mi encuentro pues soy débil, estoy lastimado y enfermo. Gracias por tu salvación. Amén.

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