ALIMENTO DIARIO

  • "La luz de mi vida"


  • agosto 27, 2011
  • Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Juan 8:12Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Juan 8:12


  • La última vez que visité a mis nietos, noté que no quisieron bajar y jugar en su muy lindo y confortable sótano.

    Algunos de sus argumentos fueron: «Es oscuro; nos da miedo bajar allá; es frío; no quiero estar allá solo». Esas palabras me sonaron conocidas: su mamá decía lo mismo hace más de 30 años, refiriéndose al sótano de nuestra casa.

    Los niños saben que hay lugares que son oscuros, fríos, y que dan miedo, y no les gusta ir allí solos.
    Eso también fue cierto para el niño que el domingo pasado oyó decir a su maestra de escuela dominical: «Jesús es la luz del mundo». Como muchos niños, él también tomó las palabras de la maestra muy literalmente, por lo que después de clase le preguntó: «Si Jesús es realmente la luz del mundo, me gustaría que viniera a vivir en mi sótano, porque es feo, y oscuro».

    Esas palabras del niño me hicieron reflexionar. Después de un tiempo concluí que, aunque hoy los sótanos no son oscuros y no asustan a los niños, muchos de nosotros conocemos lugares que nos parecen atemorizantes… mejor dicho, lugares en donde no quisiéramos estar solos.

    Entre esos lugar pueden estar los hospitales, los asilos para ancianos, una escuela o un vecindario nuevo. Hay muchos lugares que, aunque tienen luz, a nosotros nos parecen oscuros y fríos.

    Si esto es cierto para usted, le tengo buenas noticias: Jesús ES la luz de este mundo oscuro y pecaminoso. Más aún: el Jesús crucificado y resucitado de entre los muertos, vive en los lugares más oscuros de su vida.

    Y también está presente el servicio dominical de la iglesia y cuando nos reunimos para estudiar su Palabra. En los lugares en donde más lo necesitamos, allí está él proveyendo su luz.

    Y si usted dice: ‘No lo veo, ¿en dónde está?’, no se preocupe. Él está. Todo lo que usted necesita hacer para verlo, es permitir que el Espíritu Santo le permita ver con los ojos de la fe… y no tener miedo. Si usted lo hace, sus lugares oscuros se llenarán de luz, y sus miedos desaparecerán.

    ¿Cómo puede ser cierto todo esto? Porque Jesús dijo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida».

    ORACIÓN: Señor Jesús, ven a todos los lugares oscuros de mi vida, para que la oscuridad desaparezca y yo pueda ver tu luz. En tu Nombre. Amén.

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