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ALIMENTO DIARIO
¡Bendito seas, Señor! ¡Grande ha sido tu misericordia por mí! ¡Me pusiste en una ciudad fortificada! En mi angustia llegué a pensar que me habías apartado de tu vista, pero tú escuchaste mi voz suplicante en el momento en que a ti clamé. Ustedes, fieles del Señor, ¡ámenlo! El Señor cuida de quienes le son fieles, pero a los que actúan guiados por la soberbia les da el castigo que merecen. Ustedes, los que esperan en el Señor, ¡esfuércense, y cobren ánimo! Salmo 31:21-24¡Bendito seas, Señor! ¡Grande ha sido tu misericordia por mí! ¡Me pusiste en una ciudad fortificada! En mi angustia llegué a pensar que me habías apartado de tu vista, pero tú escuchaste mi voz suplicante en el momento en que a ti clamé. Ustedes, fieles del Señor, ¡ámenlo! El Señor cuida de quienes le son fieles, pero a los que actúan guiados por la soberbia les da el castigo que merecen. Ustedes, los que esperan en el Señor, ¡esfuércense, y cobren ánimo! Salmo 31:21-24
Durante los juegos olímpicos son muchos los atletas que hablan de su esperanza de obtener la tan soñada medalla. Por nuestra parte, todos podemos testificar, una vez más, que son pocos los que realmente la consiguen. Y muchos son los que terminan frustrados porque no alcanzan sus objetivos, a pesar de haberse sometido a entrenamientos exhaustivos con la esperanza del éxito, y de ser unánimes en la afirmación de que todo vale la pena.
¿Y tú? ¿Qué te impulsa a enfrentar el día a día? ¿Qué te ayuda a soportar las dificultades de la vida? Recuerda que la esperanza de vida, perdón, amor y compañía que nos dio Jesucristo jamás frustrarán a quienes confían en él. Con Jesús a tu lado, ningún adversario será más fuerte que tu.
ORACIÓN: Amado salvador Jesús, fortalece mi fe en ti para que mi corazón esté siempre lleno de la esperanza de vida que tú nos das a través de tú palabra de amor. En tu nombre. Amén.
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