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ALIMENTO DIARIO
El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Juan 10:10).
La autora de esta devoción nos dice: nunca había visto ovejas en persona hasta hace un par de años atrás. Son hermosísimas. Huelen horrible, pero son hermosísimas. No son muy inteligentes, pero son hermosísimas. ¿Sabías que ellas dependen completamente de su pastor para vivir? El pastor las protege, las guía para que se alimenten y, si alguna se pierde, lo cual es muy común porque, bueno, no son muy inteligentes, él sale a buscarla.
Jesús, tu Buen Pastor, hace todo esto y más. Él dio su vida por ti en la Cruz, para salvarte del pecado, la muerte y el diablo.
No estoy diciendo que no eres inteligente ni que hueles mal. Pero, si somos honestos, ¿cuántas veces nos hemos visto perdidos, desorientados o incapaces de cuidar de nosotros mismos? Así como las ovejas necesitan a su pastor, tú y yo necesitamos al Buen Pastor.
Hoy es martes de Pentecostés y recordamos que el Señor Jesús crucificado y resucitado pastorea su rebaño con su Palabra y el Espíritu Santo porque a sus ojos siempre seremos hermosísimos.
En la lectura de hoy, Jesús se presenta como el Buen Pastor en medio de una confrontación con los líderes religiosos que habían rechazado su milagro de sanar al ciego de nacimiento. Los fariseos buscaban sus propios intereses en lugar de proteger. Jesús, en cambio, muestra que vino a dar vida abundante, guiando, alimentando y protegiendo a sus ovejas.
Y se ha puesto entre tú y el infierno, sacrificándose en la Cruz para asegurarte la vida eterna. Ante sus ojos siempre serás hermosísimo.
Ahora puedes descansar en su gracia y compartir este mensaje con alguien más.
Padre nuestro, gracias por enviar a Jesús, nuestro Buen Pastor, quien dio su vida por nosotros y nos guía con su Palabra y el Espíritu Santo, incluso cuando estamos perdidos y desorientados. Te alabamos por su sacrificio que nos asegura vida abundante y eterna. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Recuerdas un momento en tu vida en el que te viste perdido y Jesús te trajo de vuelta con su Palabra y amor?
* ¿Cómo te ha mostrado Jesús que siempre serás hermosísimo ante sus ojos?
Diaconisa Noemí Guerra
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