ALIMENTO DIARIO

  • "Entrega personal"


  • mayo 19, 2025
  • Nos salvó, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que al ser justificados por su gracia viniéramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna (Tito 3:5-7).


  • El «lavamiento de la regeneración» y la «renovación en el Espíritu Santo» se refieren al Bautismo, donde Dios mismo actúa para darnos nueva vida.

    Alguna vez te has preguntado, «Si Cristo ya ganó el perdón completo y la salvación para todos, ¿por qué necesitamos el Bautismo?» Bueno, Cristo, al morir en la Cruz y resucitar, obtuvo el perdón para toda la humanidad. Su obra fue completa, suficiente y perfecta. Pero Dios no quiso que este regalo se quedara como una promesa abstracta o lejana. En el Bautismo Cristo mismo viene a ti, entregándote personalmente la promesa que ganó en la Cruz.

    ¿Recuerdas durante la pandemia cuando el gobierno de los Estados Unidos prometió darle un «cheque de estímulo económico» a toda la nación? La promesa era para cada ciudadano, pero cada persona tenía que recibir su cheque personal para poder recibir el beneficio del dinero.

    De manera similar, Cristo ganó la salvación para todos en la Cruz. Y en el Bautismo Él te entrega personalmente el regalo de la vida eterna, asegurándote que lo recibas y te puedas beneficiar de él.

    Y cuando fallas o dudas en este camino de fe, el Bautismo es tu recordatorio y sello de lo que Cristo hizo por ti. Él no solo pagó por tus pecados, sino que continúa obrando en tu vida, perdonándote, renovándote y capacitándote para vivir en fe. Ahora puedes compartir este regalo con alguien.

    Padre nuestro, gracias porque nos diste en el Bautismo una manera concreta de recibir el perdón y la vida eterna que Cristo ganó para nosotros en la cruz. Ayúdanos a vivir confiados en tu obra perfecta y a compartir este regalo con otros. En el nombre de Jesús. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿Qué momentos de tu vida te recuerdan que el Bautismo es un regalo de Dios y no algo que tú hiciste?
    * ¿Con quién puedes compartir la buena noticia del Bautismo hoy?

    Diaconisa Noemí Guerra


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