"El verdadero buen samaritano"

Entonces Jesús le dijo: ‘Pues ve y haz tú lo mismo’ (Lucas 10:37b).

Hace poco escuché la historia de Oskar Schindler. Fue un empresario que quería ganar dinero durante la Segunda Guerra Mundial. Pero cuando vio el sufrimiento de los judíos en los campos de concentración, no pudo quedarse de brazos cruzados. Arriesgó todo para salvar a más de 1.200 personas. Su compasión fue más fuerte que su comodidad.

Este domingo es el quinto domingo después de Pentecostés y recordamos que Jesús es nuestro buen samaritano. En la lectura de hoy, Jesús habló de un hombre que fue atacado por ladrones y quedó tirado al borde del camino. Pasaron un sacerdote y un levita—personas que supuestamente debían ayudar—pero lo ignoraron. Luego vino un samaritano, alguien que no era bien visto en esa sociedad, y fue el único que se detuvo, lo curó y pagó por su recuperación. Jesús terminó la historia con estas palabras: «Ve y haz tú lo mismo» (Lucas 10:37).

Pero déjame decirte, nosotros no somos el Buen Samaritano en esta historia; somos el hombre herido. El pecado nos deja rotos y sin esperanza. Pero Cristo, el verdadero Buen Samaritano, no pasó de largo. Él es el único que nos puede rescatar. Él se acerca a nosotros, nos sana con su Evangelio y paga el precio de nuestra salvación con su propia vida en la Cruz. Nos lleva a su Iglesia, donde sigue cuidándonos y fortaleciéndonos con su Palabra y sus Sacramentos.

Tal vez hoy te cruces con alguien que necesita ayuda. Recuerda lo que Cristo ha hecho por ti. Y con ese amor en tu corazón, ahora «ve y haz tú lo mismo«. En respuesta a su misericordia, podemos reflejar su compasión en el mundo. No porque debamos hacerlo para ganar su favor, sino porque ya hemos sido rescatados por Él.

Padre nuestro, gracias porque en Jesús, nuestro Buen Samaritano, nos rescataste cuando estábamos perdidos en el pecado. Ayúdanos a reflejar Tu amor. En el nombre de Jesús. Amén.

Para reflexionar:
* Así como Oskar Schindler no pudo ignorar el sufrimiento de los judíos, Jesús no te dejó en tu pecado. ¿Cómo ha mostrado su compasión en tu vida?
* Jesús dio su vida por ti. ¿A quién le puedes compartir hoy esta gran noticia?

Diaconisa Noemí Guerra

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