"El pasaporte del Bautismo"

Por tanto, no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (Romanos 8:1).

La escritora de esta devoción nos dice: recuerdo una vez que mi esposo se dio cuenta que olvidó su pasaporte en la casa cuando llegó al aeropuerto. Sin el pasaporte no podía viajar. Gracias a Dios, un buen amigo le llevó su pasaporte y pudo viajar. ¿Te ha pasado alguna vez?

El Bautismo es como un pasaporte espiritual que Dios te da para asegurarte un lugar en su reino eterno. Es su obra, no la tuya, y en él, Dios pone su nombre sobre ti: el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esto significa que perteneces a Él para siempre.

Pero quizá te has preguntado, ¿cómo me ayuda el Bautismo en mi vida y en mi muerte?

Bueno, en la vida, el Bautismo te ayuda a recordar que tus pecados han sido perdonados y que no hay condenación para ti. El versículo de hoy es la conclusión de una lucha descrita en Romanos 7, donde Pablo habla sobre el conflicto interno que todos enfrentamos: el deseo de hacer el bien, pero la realidad de caer en el pecado. La respuesta a esta lucha es Cristo. Él cargó con nuestra condenación en la Cruz. Por eso, en Cristo no hay condenación; Él ya pagó el castigo que merecíamos.

En la muerte, el Bautismo te da seguridad y esperanza. Te da la promesa de que Dios ya te ha rescatado del pecado, la muerte y el diablo, y que, al final, estarás con Él en la vida eterna. Así como un pasaporte permite tu entrada a un lugar, el Bautismo te garantiza tu entrada al reino celestial.

Ahora puedes compartir este regalo con alguien más.

Padre nuestro, gracias porque, a través del Bautismo, nos has dado un «pasaporte» espiritual que nos asegura tu promesa de salvación en vida y en muerte. En el nombre de Jesús. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Cuándo has experimentado las bendiciones de Dios tanto en la vida como en la certeza de la vida eterna?
* ¿Nombra a una persona con la que puedes compartir hoy esta buena noticia sobre las bendiciones del Bautismo?

Diaconisa Noemí Guerra

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