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ALIMENTO DIARIO
El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado (Marcos 16:16).
Hace unos meses, fuimos a comprar un carrito usado para nuestro hijo que iba a la universidad. Entregamos un cheque firmado, y en pocas horas ya teníamos las llaves en nuestras manos. No era el papel ni la tinta del cheque lo que hizo posible la compra, sino el respaldo de los fondos en el banco. Por más barato que sea un carro, es imposible pagarlo con un simple pedazo de papel y una firma.
Así es el Bautismo: no es solo el agua lo que nos salva, sino el agua unida a la Palabra y las promesas de Dios respaldadas por la obra de Cristo.
El versículo de hoy es parte de las últimas palabras de Jesús a los discípulos antes de ascender al cielo. Jesús los enviaba a proclamar el Evangelio y a bautizar, asegurando que el Bautismo trae salvación a quienes creen.
De hecho, en el Bautismo, Jesús te entrega tres bendiciones maravillosas:
1. El perdón de los pecados. En Hechos 2:38, Pedro dice: «Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados». En el Bautismo, Jesús limpia tu pecado por completo, asegurándote que no hay culpa que pueda separarte de Él.
2. La liberación de la muerte y del diablo. Pablo explica en Romanos 6:3-5 que, al ser bautizado, eres unido a la muerte y resurrección de Cristo. Esto significa que la muerte ya no tiene poder sobre ti, y que Jesús te rescata del dominio del diablo, trasladándote a su reino eterno (ver Colosenses 1:13-14).
3. La salvación eterna. Pedro afirma en 1 Pedro 3:21: «El bautismo ahora nos salva por la resurrección de Jesucristo». En el Bautismo, recibes la certeza de que la vida eterna con Dios es tu herencia, no por lo que haces, sino porque Jesús ya lo ganó todo para ti.
Tu Bautismo es un regalo inmenso, un «cheque» firmado con la sangre de Cristo que te garantiza estas bendiciones. No depende de ti ni de lo que puedas hacer. Eso sería como tratar de comprar un carro con un simple pedazo de papel. Tu salvación en el Bautismo depende de lo que Jesús ya hizo en la Cruz y su resurrección.
Ahora puedes compartir el regalo de esta noticia con alguien más.
Padre nuestro, gracias porque en el Bautismo recibimos el «cheque» firmado por Cristo con su sangre, que nos asegura el perdón, la libertad del pecado y la vida eterna. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué momentos en tu vida te han recordado que Jesús ya firmó «el cheque» de tu salvación con su sacrificio?
* ¿Con quién puedes compartir hoy el regalo del «cheque» que Jesús firmó para tu salvación?
Diaconisa Noemí Guerra
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