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ALIMENTO DIARIO
Dentro de sí dicen los necios: 'Dios no existe'. Salmo 14:1Dentro de sí dicen los necios: 'Dios no existe'. Salmo 14:1
Algunas veces pensamos que negar a Dios es una invención reciente. Pero no es así.
En los años 1800, el famoso ateo Robert G. Ingersoll dudaba tanto de la gracia de Dios, que decidió viajar por todo el país dando conferencias al respecto.
En una ocasión Ingersoll, sosteniendo su reloj en la mano, dijo: «Le voy a dar a Dios la oportunidad de que me pruebe que existe; le voy a dar 15 minutos para que me quite la vida».
Se hizo un silencio total. Tanto, que las personas que estaban en la última fila podían oír el tic tac del reloj de Ingersoll. El silencio se interrumpió cuando algunas personas decidieron salir del salón, y una señora se desmayó.
Cuando pasaron los 15 minutos, Ingersoll orgullosamente se puso de pié, y dijo: aún estoy vivo, mi prueba resultó positiva. Definitivamente Dios no existe.
Inmediatamente, una señora con una sonrisa en su cara, afirmó: «usted no ha probado que Dios no existe; todo lo que ha probado, es que Dios no toma en cuenta las órdenes de un ateo». Esa fue la última vez que Ingersoll utilizó esa ilustración.
Cuando pienso en el coraje que tuvo esa señora al ponerse de pié y decir lo que pensaba, no puedo menos que sonreír y recordar cuando Dios también le permitió al joven David derrumbar al gigante Goliat.
Lamentablemente, en cada generación hay cristianos que piensan que el mundo es más inteligente y quizás tiene más razón que ellos. Es posible que algunos incrédulos sean más inteligentes que algunos de nosotros. Pero nosotros tenemos algo que ellos no tienen: la historia de Jesús y la salvación.
Nosotros creemos que Dios envió a su único Hijo al mundo para pagar con su vida, muerte y resurrección el precio que era necesario por nuestra salvación.
Llegará el día en que todos tendremos que presentarnos ante Dios sentado en su trono. Por ello, les testificamos a los incrédulos que Jesús vivió, vive, y vivirá eternamente, y que su reino no tendrá fin. Este es el mensaje que tenemos el privilegio de compartir.
ORACIÓN: Señor Dios, el mundo pecador quiere negarte e intimidarnos. Ayúdanos a reconocer que, en toda circunstancia, tú sigues estando en control. Señor, danos el privilegio de compartir tu historia con quienes aún no te conocen. En el nombre de Jesús. Amén.
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