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ALIMENTO DIARIO
…he descendido para librarlos… (Éxodo 3:8a).
Este domingo es el vigésimo segundo domingo después de pentecostés y recordamos que el Dios Trino frena el mal y vence a la muerte con la resurrección.
La escritora de esta devoción nos dice: hace unos meses, uno de nuestros hijos estuvo hospitalizado. No fue una experiencia fácil, pero algo que nos dio tranquilidad fue ver cómo, cada cierto tiempo, entraba alguien del personal médico. Una enfermera, un técnico, incluso el personal de limpieza. Todos con un solo propósito: asegurarse de que nuestro hijo estuviera bien. Nadie se quedaba cruzado de brazos. Tenían un sistema bien pensado para actuar. Algo así hace nuestro Dios.
El Dios Trino no permanece indiferente ante el mal y la muerte. Él actúa con poder: el Padre escucha y libera, el Hijo vence la muerte con Su resurrección, y el Espíritu Santo fortalece a Su pueblo con consuelo y esperanza. Ahora los creyentes vivimos como hijos de la resurrección, sostenidos por Su nombre, su Palabra y Su victoria final sobre el mal.
El contexto de Éxodo 3:8 es una conversación íntima entre Dios y Moisés, frente a la zarza ardiente. Israel llevaba años gimiendo bajo esclavitud en Egipto. Sus cadenas, sus llantos, su cansancio no pasaban desapercibidos. Dios le dice a Moisés: “He visto… he oído… conozco su sufrimiento… y he descendido para librarlos”. Este es el corazón de nuestro Dios: Él entra a la historia, actúa y rescata.
Esa promesa se cumplió completamente en Jesucristo, quien descendió aún más profundo, tomando forma de siervo, enfrentando el mal cara a cara, y venciendo la muerte por medio de la Cruz y Su gloriosa resurrección.
Y es que Dios enfrenta el mal. La Cruz muestra que Dios no es un espectador.
Así como el personal médico cuidaba activamente a nuestro hijo, Dios está presente y activo en tu vida. Él no se queda arriba mirando. Él baja, actúa… y te libra.
Padre nuestro, gracias porque en Cristo descendiste para librarnos del mal y la muerte. En Su nombre. Amén.
Para reflexionar
* ¿Qué significa para ti saber que Dios no se queda mirando tu dolor, sino que desciende para liberarte?
* ¿Alguna vez has visto a alguien actuar rápido para ayudar a otro en una situación difícil? ¿Qué te enseña eso sobre cómo Dios actúa contigo?
Diaconisa Noemí Guerra
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