ALIMENTO DIARIO

  • "Dios entre nosotros"


  • diciembre 25, 2025
  • Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria (la gloria que corresponde al unigénito del Padre), llena de gracia y de verdad (Juan 1:14).


  • Cada vez más ciudades se suman a la tradición de adornar los hogares con luces en Navidad. Es una costumbre que, desde niños, se queda grabada en lo profundo del corazón. Y con los años, ahora como adultos, la repetimos. En mi caso no fue diferente. Recuerdo con alegría que, cuando era niño, el inicio de la decoración por la época navideña coincidía con el día de mi cumpleaños, el 1 de diciembre. Hoy, me llena de gozo ver que la luz y el amor que un día me rodearon, ahora brillan también en la vida de mis hijos.

    Pero la Navidad no es solo una fecha llena de luces, regalos y cantos. Es el milagro profundo y personal de un Dios que se hizo hombre. El Verbo eterno no se quedó lejos, sino que descendió y “habitó entre nosotros”. Esta palabra implica cercanía, presencia continua, vida compartida. Sin embargo, si esta es una buena noticia, también revela nuestra necesidad: si Dios tuvo que venir, es porque no podíamos salvarnos a nosotros mismos. Por más esfuerzos humanos, estábamos alejados de Dios.

    Cristo vino, lleno de gracia y de verdad. Él no solo caminó en nuestras calles, sino que cargó con nuestro pecado, se identificó con nuestro dolor y nos mostró el rostro del Padre. Su presencia transforma lo cotidiano y santifica lo roto. En Navidad celebramos que Dios no nos dejó solos. Jesús es Emmanuel, “Dios con nosotros”, y aún hoy sigue habitando en quienes creen en Él.

    Señor Jesús, gracias por hacerte cercano, por habitar entre nosotros y mostrarnos Tu gracia y verdad. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿Vivo cada día como si Cristo realmente habitara en mí?
    * ¿Cómo puedo reflejar Su gracia y verdad esta Navidad?

    Rev. Luciano Vega-Ayala


    © Copyright 2025 Cristo Para Todas Las Naciones