"Cuidando el fuego"

Así que, el que crea estar firme, tenga cuidado de no caer (1 Corintios 10:12).

La escritora de esta devoción nos dice: me encanta cuando en el invierno mi esposo pone leña en la chimenea y la usamos en vez de la calefacción. Es hermoso y huele riquísimo. Pero debemos cuidar el fuego porque si no añadimos más leña a la chimenea, el fuego se apaga.

La buena noticia es que hay un tipo de fuego que nunca se apaga: el amor de Cristo, que te sostiene incluso cuando te sientes débil o distante. Quizás te has preguntado: ¿Es posible que un bautizado se aparte de la fe y se pierda eternamente? La respuesta es sí. Si alguien rechaza las promesas de Dios y muere en incredulidad, no recibirá lo que Él prometió.

En la lectura de hoy, Pablo recuerda a los corintios cómo el pueblo de Israel experimentó las bendiciones de Dios: atravesaron el Mar Rojo, comieron el maná, bebieron agua de la roca (Cristo mismo), pero muchos cayeron en incredulidad y desobediencia. Pablo les advierte: «Así que, el que crea estar firme, tenga cuidado de no caer». Esta advertencia no es para asustarte, sino para recordarte que dependemos sola y completamente de Cristo. Él es el fuego que sostiene tu fe.

Permite que Dios cuide tu fuego y llene de leña la chimenea de tu fe. A través de su Palabra, Él habla directamente a tu corazón, recordándote sus promesas y renovando tu espíritu. En el Bautismo, te une a su muerte y resurrección. En la Cena del Señor, te alimenta con su propio cuerpo y sangre. Él es quien mantiene vivo el fuego de tu fe, porque su amor nunca se apaga.

Ahora puedes compartir el regalo de esta noticia con alguien.

Padre nuestro, gracias por enviar a Jesús para ser el fuego eterno que nunca se apaga, incluso cuando fallamos en permitir que añadas leña a nuestra fe. Ayúdanos a confiar en su obra perfecta y a vivir en la seguridad de su amor y gracia. En el nombre de Jesús. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Nombra a una persona con la que puedes compartir hoy esta buena noticia?
* ¿Qué bendiciones diarias puedes reconocer como «leña» que Dios añade para fortalecer tu fe?

Diaconisa Noemí Guerra

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