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ALIMENTO DIARIO
Si el Señor no edifica la casa, de nada sirve que los edificadores se esfuercen. Si el Señor no protege la ciudad, de nada sirve que los guardias la vigilen (Salmo 127:1).
Si tienes hijos o influyes de alguna manera en la siguiente generación, de seguro estarás de acuerdo conmigo cuando te digo que puede ser aterrador prepararlos en este mundo. Queremos que sean fuertes y resilientes para que tengan la capacidad de enfrentar problemas, superar dificultades y seguir adelante cuando la vida se pone difícil. En otras palabras, que puedan depender de Dios y confiar que Él tiene el control, pase lo que pase.
Pero ¿cuántas veces intentas dar lo mejor a tus hijos o a las personas que estás formando con tus propios esfuerzos? Yo caigo en ello una y otra vez sin darme cuenta. La lectura de hoy nos recuerda que la verdadera fortaleza y resiliencia no vienen de nosotros, sino de Dios.
Cuando el salmista escribió estas palabras, estaba enfatizando que toda labor humana es insuficiente si Dios no está en el centro. Ayudar a la siguiente generación a ser resiliente no se trata solo de enseñarles a manejar emociones o superar obstáculos, sino de guiarlos a confiar en el Señor, quien es la fuente de toda fortaleza. Si él no edifica, de nada sirve todo lo demás que hagas.
Y Jesús mismo es el constructor por excelencia: Él edifica nuestras vidas sobre la roca firme de su gracia (ver Mateo 7:24). Y nos equipa con sus medios de gracia para ser sus instrumentos para formar la siguiente generación. Descansa en su obra perfecta y comparte esta verdad con alguien más.
Padre nuestro, ayúdanos a criar una generación fuerte y resiliente, guiándola hacia tu gracia y descansando en la obra perfecta de Cristo, quien dio su vida para edificarnos en tu amor eterno. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué momentos difíciles has enfrentado y cómo te ha hecho más resiliente la obra de Jesús?
* ¿Con quién puedes compartir que Jesús es quien da fortaleza y resiliencia a tus hijos y a quienes influyes?
El devocional de hoy va de la mano con el podcast de Cristo Para Todas Las Naciones, Sentido Latino, donde reflexionamos hoy sobre este tema.
Diaconisa Noemí Guerra
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