"Agradecimiento quemado"

Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias… (Lucas 17:15-16 LBLA).

No sé si alguna vez has dejado olvidada una olla en la estufa… uno de esos días locos en los que estás apurado y, de repente, hueles a quemado. Cuando regresas a la cocina, todo está hecho un desastre. En ese momento no estás pensando en recetas, sino en evitar que se incendie la casa. Algo parecido pasa con la gratitud. A veces andamos tan ocupados con la vida que se nos “quema” el agradecimiento y olvidamos regresar al centro: Jesús.

Este domingo es el decimoctavo domingo después de pentecostés y recordamos que la fe vuelve a dar gracias a Dios y lo adora en la persona de Jesús.

El contexto del versículo de hoy nos muestra a diez hombres marginados por su enfermedad, clamando desde lejos. Jesús los sana, pero solo uno vuelve. ¿Por qué? Porque fue el único que respondió al llamado del Espíritu Santo y entendió de verdad lo que había recibido: no solo sanidad física, sino un encuentro con el Mesías. La fe lo llevó de la sanidad al agradecimiento, y del agradecimiento a la adoración.

Jesús es el único que puede limpiar, sanar y salvar. Hoy, Él sigue tocando nuestras vidas con Sus medios de gracia. Cuando fallamos, Él nos perdona y vuelve a nutrirnos con Su gracia. Su obra es completa, y por eso podemos vivir agradecidos, incluso cuando no todo va bien.

Así como aquel leproso volvió, tú también puedes responder al llamado del Espíritu Santo y regresar. Un corazón que reconoce que Jesús no solo arregla lo exterior, sino que transforma lo interior.

Entonces, la próxima vez que huelas a «agradecimiento quemado», haz una pausa y vuelve a los pies de Aquel que te sanó.

Padre nuestro, gracias por enviarnos a Jesús, quien nos sanó por su Cruz y nos da nueva vida. Enséñanos a regresar a Él cada día con corazones agradecidos. En el nombre de Jesús. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Qué cosas en tu vida podrían estar «quemándose» por falta de atención a lo más importante?
* ¿De qué formas podrías regresar a los pies de Jesús hoy con un corazón agradecido?

Diaconisa Noemí Guerra

© Copyright 2025 Cristo Para Todas Las Naciones