"¿Tu tarjeta está activada?"

Porque el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo (1 Corintios 11:29).

Hace poco estuve en una conferencia y, al final, nos regalaron una tarjeta para un restaurante. Cuando la abrí, vi que tenía una calcomanía que decía: “Debe activarse antes de usar”. La tarjeta tenía fondos, pero si no la activaba, no iba a poder recibir sus beneficios.

Algo así pasa con la Santa Cena. Cristo mismo nos invita a Su mesa y nos da Su verdadero cuerpo y sangre. Pero los beneficios de ese regalo no se reciben automáticamente, como dice Pablo en la lectura de hoy: el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo. No significa que debamos ser perfectos, sino que debemos acercarnos con fe en Su promesa, con arrepentimiento sincero y con el deseo de recibir lo que Él ofrece.

Recuerda que recibirla dignamente es reconocer que allí está Cristo vivo y presente, confiando en que Sus palabras son verdad: “por ustedes, para el perdón”. Es recibirla sabiendo que la necesitamos, con humildad, no por costumbre, ni por presión, sino con un corazón dispuesto a recibir Su gracia.

Y lo más hermoso es que Cristo no solo pone la mesa, también prepara nuestros corazones. Por medio del Espíritu Santo, te da la fe para confiar en Sus palabras y recibir la Santa Cena dignamente.

¡Qué alegría! Cristo lo pagó todo por ti. Y puedes recibirlo con la fe que te da su Espíritu. Así como esa tarjeta: activada, viva… y llena de bendiciones reales.

Padre nuestro, gracias porque en la Santa Cena me ofreces el cuerpo y la sangre de tu Hijo como un regalo lleno de amor. Gracias porque activas mi fe por medio del Espíritu Santo para que lo reciba dignamente. En el nombre de Jesús. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Alguna vez has tenido una tarjeta de regalo y olvidaste activarla o usarla a tiempo? ¿Cómo te sentiste al darte cuenta de que habías perdido la oportunidad de disfrutar algo que ya estaba pagado?
* ¿Qué significa para ti saber que en la Santa Cena recibes un regalo que Cristo ya dejó preparado especialmente para ti?

Diaconisa Noemí Guerra

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