
Rolando era bueno y tranquilo, pero otros muchachos que traficaban drogas trataban de forzarlo a que el también vendiera drogas. Un día conoce a Manuel, quien lo ayuda a enfrentarlos. A causa de sus malas decisiones Manuel habia pasado 5 años en prisión, donde la vida es muy dura y no se posee ni esperanza ni nada material. Pero allí ocurrió el milagro y encontró a Cristo. Hoy en día es muy difícil no estar expuesto a las drogas, pero también es difícil no estar expuesto a Jesús.
