Hoy, como siempre, el tío Julio nos trae otra de sus historias de experiencias vividas por amigos oyentes. Como Javier, quien es un buen hombre cristiano pero su carácter lo llevó a imponerse a la voluntad de su hijo, quien había recibido el llamado y tenía la vocación para estar al servicio del Señor y dedicar su vida a propagar el mensaje de Cristo.