Hoy narraremos la historia de Rosenda, una viuda que, por carecer de recursos, se casó por segunda vez para tratar de aliviar su situación. Pero él bebía, y su abusivo comportamiento descarriló en violencia doméstica. Su hija al ver la vida difícil y desolada de su madre, la llevó a la iglesia para que reciba consejería y ponga su vida en las manos de Jesucristo, quien protege y provee todo.