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ALIMENTO DIARIO
Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al AltĂsimo por tu protecciĂłn, ningĂșn mal habrĂĄ de sobrevenirte, ninguna calamidad llegarĂĄ a tu hogar. Salmo 91:10
Hermanos, también les rogamos que amonesten a los holgazanes, estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos. 1 Tesalonicenses 5:14
Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba direcciĂłn el entendido. Proverbios 1:5
El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:17
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes. Salmo 46:1-3
HablĂł Dios todas estas palabras: «Yo soy JehovĂĄ… no tendrĂĄs dioses ajenos delante de mĂ». Ăxodo 20:1-3
… cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige… muestran que llevan escrito en el corazĂłn lo que la ley exige. (Tomado de Romanos 2:14-15)
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios. Efesios 2:8
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. 1 Juan 4:8
Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarån. Salmo 34:1