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ALIMENTO DIARIO
Pon tu vida en las manos del Señor; confĂa en Ă©l y Ă©l vendrĂĄ en tu ayuda. Salmo 37:5
En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Asà también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos. 1 Juan 3:16
«Por eso dejarå el hombre a su padre y a su madre, y se unirå a su esposa, y los dos llegarån a ser un solo cuerpo». Asà que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.» Mateo 19:5-6
Bienaventurados serĂ©is cuando os insulten y persigan, y digan todo gĂ©nero de mal contra vosotros falsamente, por causa de mĂ. Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque asĂ persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros. Mateo 5:11-12 (LBLA)
En su angustia clamaron al SEĂOR, y Ă©l los sacĂł de su aflicciĂłn. CambiĂł la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar. Salmos 107:28-29
Entonces JesĂșs dijo: -Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarĂĄn en el reino de los cielos. Mateo 18:3
¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sà mismo? Lucas 9:25
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonarĂĄ y nos limpiarĂĄ de toda maldad. 1 Juan 1:9