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ALIMENTO DIARIO
Lunes de Pascua Pero después Jesús se apareció, en otra forma, a dos de ellos que iban de camino al campo. Ellos fueron y se lo contaron a los otros; y ni aun a ellos les creyeron. Finalmente se apareció a los once mismos, mientras ellos estaban sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y obstinación, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado (Marcos 16:12-16).
Pascua de Resurrección El primer día de la semana por la mañana, después de que Jesús resucitó, se le apareció primero a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Ella fue y se lo dijo a los que habían estado con él, los cuales estaban tristes y llorando. Al oír ellos que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron (Marcos 16:9-11).
Sábado de Gloria José de Arimatea fue y con mucha osadía se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Este José era un miembro importante del tribunal, y también esperaba el reino de Dios… José fue y bajó de la cruz el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana que había comprado, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña. Luego, hizo rodar una piedra para sellar la entrada del sepulcro. Mientras tanto, María Magdalena y María la madre de José miraban dónde ponían el cuerpo (Marcos 15:43, 46-47).
Viernes Santo Pilato les preguntó: «¿Y qué quieren que haga con el que ustedes llaman Rey de los judíos?» Y ellos volvieron a gritar: «¡Crucifícalo!»… Pilato optó por complacer al pueblo y puso en libertad a Barrabás; luego mandó que azotaran a Jesús, y lo entregó para que lo crucificaran (Marcos 15:12-13, 15).
Ya sentados a la mesa, y mientras comían, Jesús dijo: «De cierto les digo que uno de ustedes me va a traicionar …» Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego lo partió y se lo dio, al tiempo que decía: «Tomen, esto es mi cuerpo.» Después tomó la copa, y luego de dar gracias, se la dio, y todos bebieron de ella. Les dijo entonces: «Esto es mi sangre del pacto, que por muchos es derramada…» Luego de cantar el himno, fueron al monte de los Olivos… Entonces Pedro le dijo: «Aunque todos se escandalicen, yo no lo haré.» Jesús le dijo: «…esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres veces» (Marcos 14:18, 22-24, 26, 29-30).
El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, que es cuando se sacrifica el cordero de la pascua, sus discípulos le preguntaron: «¿Dónde quieres que hagamos los preparativos para que comas la pascua?» (Marcos 14:12).
La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Nada de lo que Dios creó puede esconderse de él, sino que todas las cosas quedan al desnudo y descubiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas (Hebreos 4:12-13).
[A Jesús] le era necesario ser semejante a sus hermanos en todo: para que llegara a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiara los pecados del pueblo. Puesto que él mismo sufrió la tentación, es poderoso para ayudar a los que son tentados (Hebreos 2:17-18).
Así como los hijos eran de carne y hueso, también él era de carne y hueso, para que por medio de la muerte destruyera al que tenía el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo, y de esa manera librara a todos los que, por temor a la muerte, toda su vida habían estado sometidos a esclavitud (Hebreros 2:14-15).
Lo que sí vemos es que Jesús… está coronado de gloria y de honra, a causa de la muerte que sufrió… Porque convenía que Dios… perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos, a fin de llevar muchos hijos a la gloria (Hebreos 2:9-10).