"Risas y llanto"

«Nuestra boca se llenará de risa; nuestra lengua rebosará de alabanzas. Entonces las naciones dirán: ‘¡El Señor ha hecho grandes cosas por éstos!’ Sí, el Señor hará grandes cosas por nosotros, y eso nos llenará de alegría. Señor, ¡haz que volvamos de nuestra cautividad, y que corramos libres como los arroyos del desierto! ¡Haz que los que siembran con lágrimas cosechen entre gritos de alegría! ¡Que los que entre sollozos esparzan la semilla, vuelvan alegres trayendo sus gavillas!» Salmo 126:2-6

"Fe en Cristo"

«Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.» Gálatas 3:26

"Todo es muy bueno"

«Y dijo Dios: ‘¡Miren! Les he dado toda planta que da semilla y que está sobre toda la tierra, y todo árbol que da fruto y semilla. Ellos les servirán de alimento.’ Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo ello era bueno en gran manera. Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día sexto.» Génesis 1:29, 31

"Súper atleta"

«Señor y Dios mío, ¡acude a rescatarme! ¡Hiere a todos mis enemigos en la mejilla! ¡Rómpeles los dientes a esos malvados! A ti, Señor, te corresponde salvar; ¡derrama tus bendiciones sobre tu pueblo!» Salmo 3:7-8

"¿Expulsados o incluidos?"

«Y los discípulos estaban gozosos y llenos del Espíritu Santo.» Hechos 13:52

"Cuando todo va mal"

«Se les hace fácil sanar la herida de la hija de mi pueblo, con sólo decir ‘¡Paz, paz!’ ¡Pero no hay paz!» Jeremías 8:11

"¿Lo importante es competir o ganar?"

«He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.» 2 Timoteo 4:7

"Ansiedad buena"

«Y el sol, cual novio que sale del tálamo, cual si fuera un poderoso guerrero, se levanta alegre para hacer su recorrido.» Salmo 19:5

"No abandones"

«Entonces, Jesús dijo a los doce: ‘¿También ustedes quieren irse?’ Simón Pedro le respondió: ‘Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna'». Juan 6:67-68

"Las reglas de la carrera"

«Esta palabra es fiel: Si morimos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo.» 2 Timoteo 2:8-13