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ALIMENTO DIARIO
Y mientras ellos se encontraban allí, se cumplió el tiempo de que ella diera a luz, y allí tuvo a su hijo primogénito; y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en ese albergue. Lucas 2:6-7
Por esos días, Augusto César promulgó un edicto en el que ordenaba levantar un censo de todo el mundo. Este primer censo se llevó a cabo cuando Quirino era gobernador de Siria, por lo que todos debían ir a su propio pueblo para inscribirse. Como José era descendiente de David y vivía en Nazaret, que era una ciudad de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, que estaba en Judea, para inscribirse junto con María, que estaba desposada con él y se hallaba encinta. Lucas 2:1-5
Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer, pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso por nombre JESÚS. Mateo 1:24-25
Mientras José reflexionaba al respecto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque su hijo ha sido concebido por el Espíritu Santo. María tendrá un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Mateo 1:20-22
El nacimiento de Jesucristo fue así: María, la madre de Jesús, estaba comprometida con José, pero antes de unirse como esposos se encontró que ella había concebido del Espíritu Santo. José, su marido, era un hombre justo y quiso dejarla secretamente, pues no quería denigrarla. Mateo 1:18-19
Lleno del Espíritu Santo, Zacarías, su padre, profetizó: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo. Nos ha levantado un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo». Lucas 1:67-69
Cuando se cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. Y cuando sus vecinos y parientes supieron que Dios le había mostrado su gran misericordia, se alegraron con ella. Al octavo día fueron para circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. Pero su madre dijo: «No, va a llamarse Juan.» Le preguntaron: «¿Por qué? ¡No hay nadie en tu familia que se llame así!» Luego le preguntaron a su padre, por señas, qué nombre quería ponerle. Lucas 1:57-62
María se quedó con Elisabet como tres meses, y después volvió a su casa. Lucas 1:56
Por esos mismos días, María fue de prisa a una ciudad de Judá que estaba en las montañas. Al entrar en la casa de Zacarías, saludó a Elisabet. Lucas 1:39
Pero María le dijo al ángel: «¿Y esto cómo va a suceder? ¡Nunca he estado con un hombre!» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet, la que llamaban estéril, ha concebido un hijo en su vejez, y ya está en su sexto mes de embarazo. ¡Para Dios no hay nada imposible!» Lucas 1:34-37