ALIMENTO DIARIO

  • "Un silbido apacible y delicado"


  • junio 25, 2019

  • Buscó una cueva donde pasar la noche, y allí el Señor le dijo: «¿Qué haces aquí, Elías?» Y Elías respondió: «Es muy grande mi amor por ti, Señor, Dios de los ejércitos. Los israelitas se han olvidado de tu pacto, han destruido tus altares, han matado a tus profetas, ¡y sólo quedo yo! Pero me andan buscando para quitarme la vida.» Entonces el Señor le dijo: «Sal de tu cueva y espérame en el monte, delante de mí.» Elías pudo sentir que el Señor estaba pasando, porque se desató un viento poderoso que a su paso desgajaba los montes y partía las rocas. Pero el Señor no estaba en el huracán. Tras el viento vino un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto. Tras el terremoto vino un fuego. Pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Luego vino un silvo apacible y delicado, y cuando Elías lo percibió, se cubrió el rostro con su manto y se quedó a la entrada de la cueva; entonces escuchó una voz que le preguntaba: «¿Qué haces aquí, Elías?» (1 Reyes 19:9b-13)

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  • "Para siempre dichoso"


  • junio 24, 2019

  • …porque no me abandonarás en el sepulcro, ¡no dejarás que sufra corrupción quien te es fiel. Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso! (Salmo 16:10-11)

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  • "Un nuevo comienzo"


  • junio 21, 2019

  • (Jesús dijo) Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:19-20)

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  • "Lo que Jesús ha hecho por ti"


  • junio 20, 2019

  • Después arribaron a la tierra de los gerasenos, que está en la ribera opuesta a Galilea. Cuando él llegó a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad que estaba endemoniado. Hacía mucho tiempo que no se vestía ni vivía en una casa, sino en los sepulcros… La gente salió a ver lo que había sucedido. Cuando llegaron a donde estaba Jesús, se encontraron con que el hombre, de quien habían salido los demonios, estaba sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio. Y tuvieron miedo. Los que habían visto todo esto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado. Entonces toda la gente de la región de los gerasenos le rogó a Jesús que se alejara de ellos, pues tenían mucho miedo. Así que Jesús entró en la barca y se fue. El hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que lo dejara estar con él, pero Jesús lo despidió y le dijo: «Vuelve a tu casa, y cuenta allí todo lo que Dios ha hecho contigo.» Entonces el hombre se fue y contó por toda la ciudad lo que Jesús había hecho con él» (Lucas 8: 26-27a, 35-39).

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  • "Adulto"


  • junio 19, 2019

  • Pero antes de que viniera la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada…Pero cuando se cumplió el tiempo señalado, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer y sujeto a la ley, para que redimiera a los que estaban sujetos a la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, también eres heredero de Dios por medio de Cristo» (Gálatas 3:23, 4: 4-7)

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  • "Vale la pena"


  • junio 18, 2019

  • Así ha dicho el Señor: «Así como alguien que halla un racimo con uvas jugosas dice: ‘Esto es una bendición. No hay que dañarlo’, así voy a actuar en favor de mis siervos: No los destruiré a todos. Haré que de Jacob salgan descendientes, y que Judá sea el heredero de mis montes. Mis elegidos tomarán posesión de la tierra, y mis siervos la habitarán» (Isaías 65:8-9).

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  • "Nuestro escudo y orgullo"


  • junio 17, 2019

  • Pero tú, Señor, me rodeas como un escudo; eres mi orgullo, el que sostiene mi vida. Con mi voz clamaré a ti, Señor, y tú me responderás desde tu lugar santo. Salmo 3:3-4

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  • "Mostrando hospitalidad"


  • junio 14, 2019

  • … a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los no judíos, y que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria (Colosenses 1:27).

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  • "Dominado por la ira"


  • junio 13, 2019

  • Los judíos le respondieron: «¿Acaso no tenemos razón al decir que tú eres samaritano, y que tienes un demonio?» Respondió Jesús: «Demonio no tengo. Yo lo que hago es honrar a mi Padre, pero ustedes me deshonran. Y yo no busco mi gloria. Pero hay uno que la busca, y que juzga. De cierto, de cierto les digo que, el que obedece mi palabra, nunca verá la muerte.» Entonces los judíos le dijeron: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abrahán murió, lo mismo que los profetas; ¿y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca verá la muerte? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Abrahán, el cual murió? ¡Y también los profetas murieron! ¿Quién te crees tú?» Jesús respondió: «Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; pero el que me glorifica es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios. Ustedes no lo conocen, pero yo sí lo conozco. Y si yo dijera que no lo conozco, sería un mentiroso como ustedes. Pero lo conozco, y obedezco su palabra. Abrahán, el padre de ustedes, se alegró al saber que vería mi día. Y lo vio, y se alegró.» Los judíos le dijeron: «Ni siquiera tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?» Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo: Antes de que Abrahán fuera, yo soy.» Entonces tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo. (Juan 8:48-59)

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  • "¡Advertencia!"


  • junio 12, 2019

  • Varones israelitas, escuchen mis palabras: Jesús nazareno, que fue el varón que Dios aprobó entre ustedes por las maravillas, prodigios y señales que hizo por medio de él, como ustedes mismos lo saben, fue entregado conforme al plan determinado y el conocimiento anticipado de Dios, y ustedes lo aprehendieron y lo mataron por medio de hombres inicuos, crucificándolo. Pero Dios lo levantó, liberándolo de los lazos de la muerte, porque era imposible que la muerte lo venciera. (Hechos 2: 22-24)

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