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ALIMENTO DIARIO
En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías. Lucas 1:5a
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor dijo por medio del profeta: «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Emanuel, que significa: ‘Dios está con nosotros'». Mateo 1:22-23
Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria (la gloria
que corresponde al unigénito del Padre), llena de gracia y de verdad… A Dios
nadie lo vio jamás; quien lo ha dado a conocer es el Hijo unigénito, que está
en el seno del Padre. Juan 1:14, 18
Cuando Jesús comenzó su ministerio tenía unos treinta años. Según se creía,
era hijo de José, que fue hijo de Elí, que fue hijo de Matat … hijo de Esli … hijo
de José … hijo de Elmodam … hijo de Natán, que fue hijo de David … Lucas
3:23 ss.
En el principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y Dios
mismo era la Palabra. La Palabra estaba en el principio con Dios. Por ella
fueron hechas todas las cosas. Sin ella nada fue hecho de lo que ha sido
hecho. Juan 1:1-3
Los discípulos fueron, e hicieron tal y como Jesús les mandó. Mateo 21:6
Hagan todo esto, conscientes del tiempo en que vivimos y de que ya es hora de que despertemos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca de nosotros ahora que cuando creímos. La noche ha avanzado, y se acerca el día. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas, y revistámonos de las armas de la luz. Vivamos con honestidad, como a la luz del día, y no andemos en glotonerías ni en borracheras, ni en lujurias y lascivias, ni en contiendas y envidias. Más bien, revistámonos del Señor Jesucristo, y no busquemos satisfacer los deseos de la carne. Romanos 13:11-14
Visión de Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén: En los últimos días el monte de la casa del Señor será confirmado como cabeza de los montes; será exaltado por encima de las alturas, y hacia él correrán todas las naciones. Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob! Él nos guiará por sus caminos, y nosotros iremos por sus sendas. Porque la enseñanza saldrá de Sión; de Jerusalén saldrá la palabra del Señor. Él juzgará entre las naciones, y dictará sentencia a muchos pueblos. Y ellos convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces. Ninguna nación levantará la espada contra otra nación, ni se entrenarán más para hacer la guerra.» Vengan ustedes, los de la casa de Jacob; caminemos a la luz del Señor. Isaías 2:1-5
Yo me alegro con los que me dicen: «Vamos a la casa del Señor.» Ya nuestros pies se dan prisa; ¡ya estamos, Jerusalén, ante tus puertas! Salmo 122:1-2