"¿Por qué nos cuesta ser amables?"

Su amabilidad sea conocida por todos los hombres. ¡El Señor está cerca! (Filipenses 4:5 RVA-2015).

"Dios el Espíritu Santo nos ayuda"

…se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos: llegado el momento da su fruto, y sus hojas no se marchitan. ¡En todo lo que hace, prospera! (Salmos 1:2b-3).

"Las palabras hacen cosas"

Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié (Isaías 55:11 RVA-1960).

"Testamento interpreta a Testamento"

Él será un gran hombre y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David (Lucas 1:32 NVI).

"Libres sin pagar un centavo"

La justicia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo, es para todos los que creen en él. Pues no hay diferencia alguna, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios; pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús (Romanos 3:22-24).

"Recordando a nuestros seres queridos"

Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?» (Juan 11:25-26).

"La Escritura interpreta la Escritura"

Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino (Salmo 119:105 LBLA).

"¡Abre el libro!"

Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer, tengan vida en su nombre (Juan 20:31).

"¿Quién es Jesús?"

Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí’ (Juan 14:6).

"La puerta siempre está abierta"

Pero el cobrador de impuestos, desde lejos, no se atrevía siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: ‘Dios mío, ten misericordia de mí, porque soy un pecador.’ Yo les digo que éste volvió a su casa justificado, y no el otro. Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido (Lucas 18:13-14).