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ALIMENTO DIARIO
Esta palabra es fiel y digna de ser recibida por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero (1 Timoteo 1:15).
Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él (1 Corintios 9:22-23 RVR1960).
Porque el ejercicio corporal es poco provechoso, pero la piedad es provechosa para todo, pues cuenta con promesa para esta vida presente, y para la venidera (1 Timoteo 4:8).
Porque el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo (1 Corintios 11:29).
Así que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor de manera indigna, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor (1 Corintios 11:27).
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo (Lucas 14:27 LBLA).
El Dios eterno es tu refugio; por siempre te sostiene entre sus brazos (Deuteronomio 33:27a NVI).
La copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? (1 Corintios 10:16).
Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de principio a fin es por medio de la fe, tal como está escrito: ‘El justo por la fe vivirá’ (Romanos 1:17).
Jesús se levantó y reprendió al viento, y dijo a las aguas: ‘¡Silencio! ¡A callar!’ Y el viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo (Marcos 4:39).