"Misión secreta"
José, su marido, era un hombre justo y quiso dejarla secretamente, pues no quería denigrarla (Mateo 1:19).
Todavía recuerdo cómo mi corazón latía tan rápido que no me dejaba reaccionar ni razonar con mi mente, cuando recibí una noticia que jamás esperé y ni siquiera imaginé. ¿Te ha pasado alguna vez? En ese mismo instante levanté los ojos al cielo, de quien viene nuestro socorro, y le pregunté al Señor: "Y ahora, ¿qué hago?" ¡Es que cuando uno es hijo de Dios, es en esos momentos cuando realmente se ven los frutos de que su Palabra está en nuestra vida! ¿Qué quiero decir con esto? Que cuando estamos frente a una situación difícil, por más que nuestra parte humana quisiera reaccionar de una manera, nos aferramos a las promesas de Dios y hacemos lo que Él nos pide, aunque no sea fácil.
Pongámonos por un momento en las sandalias de José, cuando recibe la noticia de que su prometida está embarazada. ¿Puedes ver su cara y sentir su corazón latiendo a mil? ¿Logras escuchar las muchas preguntas que atraviesa por su mente? ¡Exacto! Es ahí mismo cuando su fe es probada, por eso el pasaje menciona que José era un hombre justo y, según dice Pablo en Romanos 2:13, "justo" delante de Dios es quien oye y obedece su palabra.
En nuestra sociedad de hoy en día recibir la noticia de que tu prometida tendrá un hijo y tú estás seguro de que no es tuyo es difícil, pero no es condenado al punto de ser motivo de muerte, ¿verdad? Sin embargo, ¡en aquel tiempo sí lo era! Entonces José, en su humanidad, reaccionó y comenzó a tramar una misión secreta, muy caballerosamente, para no dejar mal a María.
Aquí podemos ver que José realmente amaba a su prometida. Sin embargo, había un plan mayor, un plan que venía directamente desde arriba, un plan divino que, como todo plan divino, traía mejor solución: Dios envía a un ángel a explicarle en su sueño a José lo que estaba ocurriendo, para que así se cumpliera su buena, agradable y perfecta voluntad.
Todopoderoso Dios, tú que conoces nuestras vidas a la perfección, te pedimos que nos ayudes siempre a confiar en Ti, aun cuando no entendamos tus caminos, enseñándonos a oír y obedecer tu preciosa Palabra. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Como crees que reaccionarías si estuvieras en el lugar de José?
* ¿Cuánto te cuesta confiar en Dios ante las situaciones inesperadas de la vida?
Diaconisa Erica Jofre
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