"Anuncios inesperados"
Seis meses después, Dios envió al ángel Gabriel a la ciudad galilea de Nazaret para ver a María, una virgen que estaba comprometida con José, un hombre que era descendiente de David. El ángel entró en donde ella estaba y le dijo: «¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo.» Cuando ella escuchó estas palabras, se sorprendió y se preguntaba qué clase de saludo era ése (Lucas 1:26-29).
¿Te imaginas cómo se sintió María al recibir la visita del ángel Gabriel? Seguramente fue una experiencia sobrenatural, sorprendente y aterradora a la vez. María era una joven judía comprometida con José, que esperaba vivir una vida normal y tranquila. Pero Dios tenía un plan especial para ella: ser la madre del Salvador del mundo.
Podemos imaginar la sorpresa, el temor y la duda que sintió María al escuchar estas palabras. ¿Cómo podría ser posible que una virgen concibiera un hijo? ¿Qué diría su esposo José? ¿Qué pensarían las personas de su alrededor?
Sin embargo, el ángel le aseguró que nada era imposible para Dios, y que el Niño que nacería de ella sería el Hijo del Altísimo, el heredero del trono de David, el Mesías prometido. María respondió con fe y obediencia, diciendo: "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra" (Lucas 1:38 RVR1960).
¿Qué podemos aprender de esta historia?
Primero, que Dios nos da su gracia y su favor no por nuestros méritos, sino por su amor y su misericordia. Segundo, que Dios nos llama a confiar en él y a obedecerle, aunque nos cueste o nos asuste. Tercero, que Dios nos muestra su inmenso amor al traer al mundo a su Hijo Jesús, el Niño de Belén, que nació para salvarnos de nuestros pecados.
Que esta historia nos anime a reflexionar sobre el significado de la Navidad, y a agradecer a Dios por el regalo de su Hijo, que es nuestra esperanza y nuestra paz.
Querido Señor, gracias por el regalo de tu amado Hijo Jesús. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué significa para tu vida que Jesús sea el Niño de Belén, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo?
* ¿Cómo puedes mostrar gratitud a Dios por haber enviado a su Hijo a nacer por ti?
Abigaíl Ramírez
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