"Comienza el primer milagro navideño"
Un ángel del Señor se le apareció a Zacarías. Estaba parado a la derecha del altar del incienso. Cuando Zacarías lo vio, se desconcertó y le sobrevino un gran temor; pero el ángel le dijo: «Zacarías, no tengas miedo, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y tú le pondrás por nombre Juan. Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento, pues ante Dios será un hombre muy importante. No beberá vino ni licor, y tendrá la plenitud del Espíritu Santo desde antes de nacer (Lucas 1:11-15).
No es cosa de todos los días que a uno se le aparezca un ángel. Ni siquiera es cosa de todos los meses o de todos los años. Algunos tuvieron el altísimo privilegio de recibir la visita de un ángel una vez en la vida. En el caso de Zacarías el ángel apareció; tarde, pero seguro.
No sabemos si, ya anciano, Zacarías seguía orando por un hijo, pero sí sabemos que en algún momento, o en muchos momentos de su vida, oró por descendencia. También sabemos que Dios escuchó la oración de Zacarías. Podríamos pensar que Dios se acordó medio tarde de dar respuesta a una oración que tenía restricciones de tiempo. A simple vista, el tiempo de Elisabet de tener hijos ya había pasado hacía muchos años, pero esas limitaciones humanas no impidieron a Dios todopoderoso contestar positivamente la oración de Zacarías.
Dios hace sus cosas a su tiempo, no en nuestro tiempo ni de acuerdo a nuestras limitaciones. Dios necesitaba un hombre íntegro para la importante tarea de preparar el camino de Cristo. Para eso, el ángel anuncia un segundo milagro, el bebé tendrá la plenitud del Espíritu Santo antes de nacer.
Finalmente, Zacarías tendrá gozo y alegría, una alegría contagiosa, porque muchos se regocijarán por su descendiente. Juan está en camino. Juan es la respuesta divina a las oraciones de Zacarías y Elisabet. Juan está en camino para presentarnos al Salvador del mundo.
Gracias, Padre, porque tus milagrosos movimientos fueron movimientos de tu gracia y de tu amor por nosotros. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué oraciones ha contestado Dios en forma extraordinaria en tu vida?
* Ora por tus anhelos más profundos. Dios siempre escucha.
Rev. Héctor Hoppe
© Copyright 2024 Cristo Para Todas Las Naciones