"El Dios que planifica"
[Dios] quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen a conocer la verdad (1 Timoteo 2:4).
Quizá te pasa como a mí que tienes que planear con paciencia los detalles de los proyectos de vida que tienes. La verdad es que no funciono para nada bien bajo presión. Produzco mucho mejor planificando todo lo que pueda con tiempo. A veces lo logro, a veces no. Pero, lo cierto es que me trae mucha paz al corazón recordar que Dios no improvisa nada. Nuestro Dios es un Dios que planifica. Él todo lo sabe y con sabiduría y precisión planea todas las cosas, incluyendo nuestro futuro.
Dios, en su gran amor, tiene un plan perfecto para la humanidad, y ese plan es que todos lleguemos a conocerlo como nuestro Padre a través de Jesús. La lectura de hoy nos recuerda que su voluntad es que todos sean salvos. Esta voluntad divina se cumple perfectamente en Cristo, quien al morir en la cruz y resucitar, abrió el camino para nuestra salvación. Jesús es la manifestación plena de la voluntad de Dios en la tierra y en el cielo.
Entonces, cuando oramos "hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo," estamos reconociendo que Cristo ya ha cumplido esa voluntad y pedimos que se manifieste en nuestras vidas. No somos nosotros quienes cumplimos esta voluntad por nuestras fuerzas, sino que es Cristo, a través de los medios de gracia, quien nos capacita y nos sostiene. Y cuando fallamos, no somos abandonados; su perdón nos restaura y su Espíritu nos guía nuevamente hacia su plan perfecto.
Podemos descansar con la certeza de que, aunque nuestras planificaciones sean imperfectas, estamos en manos de un Dios que no improvisa, sino que planifica. Su plan, cumplido en Cristo, es inmutable y perfecto. En Jesús encontramos paz, fuerza y la dirección necesaria para vivir bajo su Reino, sabiendo que Él ha hecho todo lo necesario para nuestra salvación.
Padre nuestro, que estás en los cielos, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Gracias por enviar a Cristo a cumplir tu plan perfecto. Ayúdanos a descansar en Su obra completa y a vivir bajo Su gracia cada día. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar:
* En momentos de presión, ¿cómo puedes encontrar paz en el hecho de que Jesús ya ha logrado lo más importante para ti?
* Al fallar, ¿cómo puedes recordar y descansar en la gracia que Jesús te ofrece continuamente?
Diaconisa Noemí Guerra
© Copyright 2024 Cristo Para Todas Las Naciones