
"Fuego y división"

Yo he venido a lanzar fuego sobre la tierra. ¡Y cómo quisiera que ya estuviera en llamas! Hay un bautismo que debo recibir, ¡y cómo me angustio esperando que se cumpla! ¿Creen ustedes que he venido a la tierra para traer paz? Pues les digo que no, sino más bien división. Porque de ahora en adelante una familia de cinco estará dividida en tres contra dos, y en dos contra tres. El padre se enfrentará con el hijo, y el hijo con el padre. La madre estará en contra de la hija, y la hija en contra de la madre. La suegra estará en contra de su nuera, y la nuera en contra de su suegra. Lucas 12:49-53
Hace algunos años tuve una cirugía de emergencia para salvar mi vida y la de mi hijo por nacer. Durante la cirugía utilizaron cauterización, o sea, usaron electricidad para quemar parte del cuerpo y detener el sangrado o cortar el tejido. ¡Suena horrible! ¿Quién elegiría voluntariamente ser quemado? Y, sin embargo, valió la pena. Habría hecho cualquier cosa para salvar la vida de mi bebé. Mi hijo James y yo vivimos.
En este pasaje, las palabras de Jesús también son perturbadoras, tal vez incluso aterradoras. Jesús mira hacia el futuro y lo que les describe a sus discípulos es terrible. "Yo he venido a lanzar fuego sobre la tierra", y aún más, desea que ya haya ocurrido. "Hay un bautismo que debo recibir", lo cual es una clara referencia a su muerte. Y luego la advertencia de que no va a traer paz, sino división. ¿Qué puede valer tanto para enfrentar ese sufrimiento?
A los ojos de Jesús, una cosa vale todo el dolor: tú. Tú vales el doloroso bautismo de la muerte. Él sabe que va a sufrir; pero para él tú vales la cruz. También vales el fuego purificador del Evangelio que se va extendiendo por el mundo, saltando de ciudad en ciudad, de nación en nación. Ese fuego destruirá la oscuridad y el mal dondequiera que vaya y causará mucho dolor. Pero dejará un área limpia del mal donde podrá surgir y crecer nueva vida.
Para Jesús eres digno de división. Él es nuestro Príncipe de Paz, pero sabe perfectamente que muchas personas se negarán a recibirlo. Las familias serán divididas por causa de él. Padres e hijos elegirán lados opuestos. Los matrimonios se separarán y algunas familias echarán a un nuevo cristiano de la casa. Habrá dolor.
Tú vales todo eso para Jesús. Él te ama tanto, que eligió arriesgar todo y se sometió a sí mismo y a nosotros a esto para que puedas ser rescatado, perdonado y vivificado para siempre. Jesús no tiene remordimientos.
¿Y tú?
ORACIÓN: Querido Señor, mantenme cerca de ti cuando sufro y mis ojos fijos siempre en ti para que recuerde cuánto me amas. En el nombre de Jesús. Amén.
Dra. Kari Vo
Para reflexionar:
- ¿Por qué crees que es tan difícil para muchos creer en Dios?
- ¿Qué puedes hacer hoy para evitar que el amor de Jesús divida tu familia en el futuro?
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