"Cuando perder es bueno"
"¡Pero el caso es que son ustedes los que cometen el agravio, y los que defraudan, y lo hacen contra los hermanos!... Y eso eran algunos de ustedes, pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." 1 Corintios 6:8; 11
En la iglesia que Pablo había fundado en Corinto se habían presentado muy serios problemas, tanto de doctrina como de conducta. Corinto era una gran ciudad griega, cosmopolita y próspera, que ofrecía un ambiente lleno de tentaciones para los cristianos del lugar. El apóstol reprocha a los corintios por llevar sus pleitos ante los jueces civiles no creyentes, diciéndoles: "Sin duda, ya es bastante grave que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor pasar por alto la ofensa? ¿No sería mejor dejar que los defrauden?" (1 Corintios 6:7).
No, no es que Pablo esté de acuerdo con la injusticia o con los que cometen delitos. Lo que el apóstol Pablo nos recuerda es que en Jesús y en su reino, el sufrir perjuicios en este mundo no es nada en comparación a la alegría por la vida que recibimos, por ser parte de su iglesia y por la posibilidad que tenemos de dar testimonio de su amor. Aun cuando tengamos que soportar injusticias, nos recuerda que ello es debido a que hemos sido lavados, santificados y justificados "en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6:11).
ORACIÓN: Salvador Jesús, dame sabiduría para lidiar con las injusticias. Aléjame de practicar el mal hasta que venga tu reino. En tu nombre. Amén.
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