
"Nuestro consuelo"

"Señor mío, espero ser digna de tu bondad. Tus palabras me infunden consuelo, pues me hablas con el corazón, aun cuando no puedo compararme a una sola de tus criadas." Rut 2:13
Rut era una joven moabita, viuda de un israelita, que demuestra una extraordinaria lealtad a su suegra y que adopta como suyos al pueblo y al Dios de Israel. Su actitud atrae la atención de Booz, un rico pariente cercano, quien le dice: "¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! ¡Que el Señor, bajo cuyas alas has buscado refugio, te premie por esta acción tuya!" A lo que Rut contesta: "Tus palabras me infunden consuelo" (Rut 2:12b,13b).
Sí, palabras de bondad consuelan y traen ánimo, ya sea al inicio de una semana, en un momento de crisis familiar, cuando estamos enfermos o cuando la vida parece demasiado difícil. "Que nuestro Señor Jesucristo mismo, y nuestro Dios y Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia, les infunda ánimo en el corazón y los confirme en toda buena palabra y obra" (2 Tesalonicenses 2:16-17). Podemos tener ánimo y consuelo en todos los momentos de la vida, porque la bondad de Dios nos acompaña.
ORACIÓN: Padre celestial, tu bondad y compañía nos consuelan. Ayúdame para que mis palabras y acciones en este día también estén llenas de bondad y sirvan de consuelo y apoyo a quienes lo necesiten. Te pido en el nombre de Jesús. Amén.
© Copyright 2016 Cristo Para Todas Las Naciones
Escríbenos a camino@lhm.org