
"Más bello y mejor que el diamante"

"Pero ellos no quisieron escuchar, sino que volvieron la espalda y se taparon los oídos para no oír; endurecieron su corazón como el diamante, para no oír la ley ni las palabras que el Señor de los ejércitos enviaba por medio de su espíritu y de los profetas de antaño. Por eso el Señor de los ejércitos se enojó en gran manera." Zacarías 7:11-12
Todos admiramos los diamantes por su brillo y belleza y sabemos lo caros y deseados que son, justamente por esas características. Sin embargo, Dios utiliza otra característica del diamante para describir a las personas que dejan de escuchar su voz y de hacer su voluntad. Él dice: "Endurecieron su corazón como el diamante..." (Zacarías 7:12a).
Un corazón duro como un diamante afecta no sólo a la persona, sino también a su familia, a quienes le rodean, y hasta toda la sociedad. Sin embargo, con su poder y amor, Jesús puede ablandar hasta el corazón más duro y darle paz, vida y justicia. No te ilusiones con el brillo de una vida lejos de Dios, pues sólo en Cristo hay belleza eterna y verdadera.
ORACIÓN: Salvador Jesús, perdona la dureza de mi corazón. Te pido que el Espíritu Santo me de coraje y amor para vivir con bondad y misericordia para con todos. En tu nombre. Amén.
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