
"¿Quién está en control?"

"El amor de Cristo nos lleva a actuar así, al pensar que si uno murió por todos, entonces todos murieron; y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos." 2 Corintios 5:14-15
Mi primer auto, de transmisión manual, tenía cinco cambios. Durante mucho tiempo había estado buscando un auto así. Desde la primera vez que había manejado uno me había cautivado la sensación de poder que sentía. Cuando me sentaba al volante tenía el control.
Así fue hasta que, al tratar de enseñarle a mi hermano a manejarlo, de pronto me encontré en el asiento del pasajero sin tener el control al que estaba acostumbrado. Cada vez que el auto se apagaba o se iba para atrás en una subida, me preocupaba más por mi falta de control que por enseñarle cómo manejar.
Es que cuando no tenemos el control, o sea, cuando el control está en manos de otro, de pronto nos damos cuenta de cuánto nos gusta estar en control. Nuestro egoísmo nos lo demanda al punto que a veces hasta tratamos de controlar al mismo Dios. Sin embargo, ¿quién tiene el control de nuestras vidas?
En su segunda carta a los corintios Pablo habla de la vida vivida para Dios y los demás y dice que no es una vida controlada por nosotros, sino por el amor de Cristo. El amor de Cristo lo llevó a la cruz y porque él murió por todos, nosotros ya no vivimos para nosotros mismos sino para él. El amor de Cristo nos perdona y nos transforma. Que el amor de Cristo sea, entonces, una poderosa realidad en nuestras vidas.
Padre celestial, en la muerte y resurrección de Cristo has mostrado tu amor por mí y me has dado perdón y asegurado mi salvación. Renueva mi corazón para que no sea egoísta en mi servicio, y para que el amor de Jesús me controle. Te lo pido en el nombre de Jesucristo. Amén.
Pastor Greg Moyer
© Copyright 2016 Cristo Para Todas Las Naciones