
Una nueva forma de vivir

"Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo cuando él y tú estén solos. Si te hace caso, habrás ganado a tu hermano." Mateo 18:15
Hoy es un día único: celebramos el último día del año, y nos preparamos para celebrar la llegada de uno nuevo. Por más que ya hayamos celebrado muchos años, no dejamos de alegrarnos porque otro año pasó. Un nuevo año nos hace pensar en las nuevas oportunidades que se pueden presentar. Pero no debemos dejar de recordar los otros 364 días del año que termina y pensar en cómo los vivimos, preguntándonos cómo hicimos de cada uno de esos días una oportunidad para mostrar que somos hijos de Dios, hermanados en la comunión de la iglesia, y que por Cristo somos nuevas personas cada día, renovadas en el arrepentimiento y perdón de los pecados.
Al hacer memoria, distintos episodios podrán venir a nuestra mente. Sin dudas concluiremos que no siempre mostramos quiénes somos pues con gestos, palabras y acciones no siempre obramos conforme a la fe y voluntad de Dios. El Señor nos propone que no permitamos que las ofensas que nos separan de otros, ya sea que causamos o sufrimos, permanezcan por siempre como un obstáculo insalvable. Por eso nos anima a que vayamos y busquemos a quienes están alejados por ofensas, y nos reconciliemos. El objetivo es recuperar al hermano, no quedarnos reclamando en quién tiene la culpa. En todo caso, todos somos culpables, pues por el pecado, delante del Justo Juez eterno, ninguno podrá justificarse. Pero en Cristo tenemos paz con Dios y ya estamos reconciliados. Entonces, nada impide que reflejemos el obrar de Cristo, pues si para él lo más importante es salvar a los pecadores (Lucas 19:10), entonces lo más importante es ganar al hermano y preservar la comunión en la fe.
Señor Jesús, aviva en nosotros el deseo de vivir cada día perdonados y perdonando. Amén.
© Copyright 2015 Cristo Para Todas Las Naciones