
"Los regalos"

"Cuando entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y, postrándose ante él, lo adoraron. Luego, abrieron sus tesoros y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Pero como en sueños se les advirtió que no volvieran a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino." Mateo 2.11-12
Jornada 37
Los sabios fueron a Belén llevando regalos: oro, un regalo real, apropiado para el Rey de Reyes. Incienso, una sustancia utilizada por los sacerdotes, indicando su futuro sacerdocio. Mirra, una sustancia muy cara y que tenía variados usos: perfumes, aceite para ungir, medicinas, y para embalsamar. Jesús habría de ser ungido con perfume, se le ofrecería vino mezclado con mirra al estar colgado en la cruz, y su cuerpo sería cubierto con mirra y otras especias al ser sepultado. Sin duda alguna, los regalos fueron muy significativos.
Nosotros también vamos a nuestros Belenes llevando regalos. Algunos son para expresar nuestro amor a nuestros seres queridos. Otros son a obras de beneficencia para que puedan seguir ayudando en amor a los necesitados. Otros son para nuestra iglesia, para que pueda continuar compartiendo el amor de Dios al mundo.
Pero María y José fueron a Belén con el mejor regalo de todos: Jesús, el Cristo, el Salvador del mundo. Verdadero Dios, por lo que no tenía que pecar, y verdadero hombre, por lo que podría haber pecado. María y José fueron a Belén con el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Aquél que resistiría al diablo y todas sus tentaciones, Aquél que conquistaría la muerte. María y José fueron a Belén con el mejor regalo de todos: el regalo de vida, paz, perdón y esperanza.
Oración: Padre celestial, gracias por habernos dado el mejor regalo de Navidad que pueda existir. Con alegría nos unimos a los ángeles, los pastores, los sabios, y nuestros hermanos y hermanas en la fe de todo el mundo para adorarte y glorificarte. Bendice nuestra adoración. Amén.
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