ALIMENTO DIARIO

  • "Cuando amar cuesta"


  • octubre 7, 2025
  • Las casadas, honren a sus propios esposos, como honran al Señor (Efesios 5:22).


  • Hay versículos en la Biblia que uno no digiere tan rápido. Este es uno. En una cultura donde se aplaude la autosuficiencia y donde mucho se ven relaciones marcadas por dolor, este mensaje suena raro. Pero cuando lo vemos a la luz del Evangelio, el asunto toma otro color.

    Aquí Pablo no está mandando a las mujeres a aguantar maltrato ni a perder su identidad. Él está pintando una imagen del matrimonio cristiano como un reflejo del amor entre Cristo y su Iglesia. Antes de hablarle a las esposas, ya había dicho: “Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo”. O sea, el corazón del asunto no es control ni superioridad, sino amor y servicio mutuo.

    A las esposas creyentes se les llama a honrar a sus esposos no porque sean perfectos, sino porque en Cristo, ellas han sido amadas con perfección. Esa honra es una expresión de fe, no una prueba de inferioridad. Y para el que no está casado, este mensaje sigue teniendo peso: todos somos parte de la Iglesia, la esposa de Cristo, y estamos llamados a vivir reflejando el amor que hemos recibido.

    Cristo es el Esposo perfecto que se entregó por ti. Cuando fallas en amar, Él te perdona. Cuando no puedes seguir, Él te fortalece. Y por medio de su Palabra, el Bautismo y la Cena del Señor, Él te equipa para vivir esa vida de amor, humildad y honra. Así que, cuando amar cuesta, recuerda: Cristo ya te amó primero, y Él te capacita para amar.

    No se trata de esforzarte más o de aguantar en silencio, sino de mirar a Cristo, el que ya te amó primero. Así que la próxima vez que amar te cueste, no veas el peso, mira a Cristo. Él es suficiente, y en Él, tú también puedes amar.

    Padre nuestro, gracias porque Jesús nos amó sin reservas. Enséñanos a vivir ese amor con los demás, en casa y afuera, por la fuerza que tú nos das. En el nombre de Jesús. Amén.

    Para reflexionar:
    *¿Cómo te ha mostrado Cristo su amor, aun cuando tú no lo merecías?
    *¿Qué relación diaria —en casa, en el trabajo, con vecinos— te está costando amar con humildad?

    Diaconisa Noemí Guerra


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